Regresa un famoso antihéroe del manga y del anime, esta vez en un atípico pero fantástico largometraje en 3D.
Director: Takashi Yamazaki
Rupan Sansei fue un manga creado e ilustrado desde 1967 por el fallecido Kazuhiko Katō, quien firmaba como Monkey Punch. Inspirado en las veintiún novelas del francés Maurice Leblanc, contaba las aventuras de un grupo de ladrones liderado por el nieto de Arsenio Lupin, quienes viajaban a diferentes partes del mundo para robar grandes y misteriosos tesoros, mientras eran perseguidos por el incansable y algo inepto Inspector Zenigata.
En octubre de 1971 se comenzó a emitir el anime, el cual tuvo varias resurrecciones y con numerosos capítulos dirigidos por Hayao Miyazaki e Isao Takahata, quienes más adelante se convertirían en los fundadores de los prestigiosos estudios Ghibli. Las aventuras de Lupin III y sus amigos fueron de gran influencia para series posteriores, especialmente el Cowboy Bebop de Shin’ichirō Watanabe.
Pese a tener más de cincuenta años, este personaje continúa siendo muy popular en Japón (se han hecho cinco series para la televisión, con una sexta que debutará en el mes de octubre) y se han realizado seis películas animadas, siendo la más famosa El castillo de Cagliostro, el primer largometraje como director para Miyazaki.
Ahora llega a las pantallas la séptima película de Lupin III, esta vez en animación 3D, un formato atípico para un anime japonés, pero que funciona a las mil maravillas, gracias al estupendo trabajo de su director Takashi Yamazaki (autor de las cintas de acción real Returner, Space Battleship Yamato y Parasite).
Monkey Punch falleció seis meses antes del estreno de la película, pero aprobó la animación 3D y quedó impactado por el trabajo de Yamazaki en su fase de postproducción. No es para menos: Inicialmente el director quería hacer una película de acción real, pero inspirado en la película de Tintin dirigida por Steven Spielberg, decidió dejar a Lupin III animado y fue una sabia decisión.
La influencia de Tintin va más allá de la animación 3D, ya que los animadores estudiaron exhaustivamente los cómics del belga Hergé y eso se nota, como también la marcada influencia de Indiana Jones en las nuevas aventuras de Lupin III.
En esta ocasión, nuestro querido ladrón va en busca del diario de Bresson, un arqueólogo que había descubierto un arma de destrucción masiva conocida como “El eclipse” y cuyos secretos están consignados allí. Y al igual que Lupin III, Laetitia, la nieta de Bresson, anda detrás del diario lleno de secretos. Al parecer, Arsenio Lupin, el abuelo de nuestro antihéroe, era amigo de Bresson, quien fuera asesinado por los Nazis, lo cuales querían apoderarse del arma apocalíptica. Sin embargo, el siniestro profesor Gerard y el neonazi Lambert, buscan también a “El eclipse” para entregárselo a Adolfo Hitler, quien supuestamente se encuentra vivo, e iniciar la reconstrucción del Tercer Reich.
Las secuencias de acción logradas por Yamazaki no tienen nada que envidiarles a las películas de Indiana Jones o James Bond. Y ahora, con la fiebre desatada por Arsenio Lupin, gracias a la estupenda serie francesa protagonizada por Omar Sy, las aventuras de este personaje del manga y del anime se hacen más relevantes y contundentes.
Los seguidores del personaje no se defraudarán, ya que aquí aparecen Fujiko, la ladrona coqueta y astuta; el experto tirador Geisuke; y el samurái renegado Goemon XIII, portador de la poderosa espada Zantetsuken; todos eternos compañeros de correrías de Lupin III.
Pero lo cierto es que Lupin III: El primero, es una hermosa y muy entretenida actualización de un personaje icónico del cómic y la animación japonesa, que se aprecia muchísimo mejor en esa mágica gran pantalla tan elegante, seductora y espectacular como las aventuras de este pícaro ladrón de guante blanco.
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