Aunque Jason Momoa demuestra que puede ser más que un superhéroe, el verdadero descubrimiento de Sweet Girl está en la promesa de Isabela Merced como una nueva estrella del cine de acción.
Director: Brian Andrew Mendoza
Jason Momoa, Isabela Merced, Amy Brenneman, Manuel García-Rulfo
Como hay vida más allá del género de superhéroes, Jason Momoa siguió los pasos de Chris Hemsworth (Extraction) y Anthony Mackie (Outside The Wire), y ya tiene su propia película de acción para Netflix, aunque su nombre bien podría corresponder a un drama familiar.
Sweet Girl nos cuenta la historia de Ray Cooper (Momoa), un exmilitar cuya esposa Amanda (Adria Arjona) y madre de su hija adolescente Rachel (Isabela Merced), es víctima del cáncer. Pero como esta es una cinta de acción y venganza, aquí está la premisa principal: Una droga genérica que iba ayudar a la esposa de Ray en su tratamiento, es retirada del mercado por una empresa farmacéutica mucho más grande, que busca obtener ganancias a partir de ella. Lo anterior implica que ella no reciba su tratamiento y fallezca y que Cooper amenace por teléfono a Simon Keeley (Justin Bartha) el director de la farmacéutica en la tradición de las películas de Liam Neeson (“Iré por ti, maldito” o algo por el estilo).
En vez de ir al punto (un hombre va a acabar con la corrupción de las farmacéuticas), el director Brian Edward Mendoza (en su debut cinematográfico) y los guionistas Philip Eisner y Gregg Hurwitz, terminan perdiendo el rumbo con una serie de giros que acabarán con el espectador exclamando “¡Santos clubes de la pelea, Batman!”
Un reportero se contacta con Ray para decirle que hay una conspiración que involucra a altas esferas políticas. Ray acude en su encuentro y su hija Rachel se va detrás de él. Un misterioso hombre (Manuel García-Rulfo) asesina al reportero y deja herido a Ray y desde aquí la cosa comienza a abandonar su crítica social y a tender hacia el absurdo.
Vamos a ver a Momoa golpeando a escoltas y asesinando al director de la farmacéutica. Pero detrás de él hay una conspiración más grande. Es así que él y su hija van a convertirse en prófugos de la justicia, mientras que el misterioso asesino los va a perseguir al igual que Sarah Meeker (Lex Scott Davis), una agente del FBI que se comunica con la asustada chica.
La principal revelación de la cinta no se puede exponer aquí, pero más que una sorpresa, esta hará que nos sintamos estafados. Lo que sí se puede decir es que la clave está en el título y en saber que Isabela Merced puede interpretar muy bien a una adolescente en apariencia inocente, pero que en realidad está seriamente perturbada (tan solo miren su interpretación de Dora la Exploradora).
Tal vez ya se ha revelado ya mucho, pero en realidad no importa. Sweet Girl comete el error de descuidar sus secuencias de acción, las cuales son genéricas e inclusive aburridas. Extraction, la película de acción de Netflix protagonizada por otro actor que es popular interpretando a un superhéroe, triunfa al tomar como pretexto una premisa simple para adornarla con unas sorprendentes escenas de persecución y pelea, obedeciendo a las reglas dictaminadas por John Wick.
Sweet Girl es demasiado larga, desorganizada, absurda y sus secuencias no son extraordinarias, pero nos hace desear ver a Isabela Merced en una mejor película de acción y nos da un respiro, permitiendo que veamos a Momoa fuera del agua, así sea por un momento.
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