Un excelente documental que nos acerca a la vida y obra de la maravillosa etóloga británica Jane Goodall.
Director: Elizabeth Leiter, Kim Woodward
El nuevo documental sobre Jane Goodall es una excelente pieza de compañía de Jane, la película del 2017 dirigida por Brett Morgen, que se centró en los inicios de una científica apasionada por investigar sobre la conducta de los chimpancés y que se enfrentó a un mundo dominado por hombres. Jane Goodall: El legado se enfoca en esta mujer con 87 años cumplidos, que no para de trabajar en su intento de dejar un mundo mejor que el que tenemos, para las nuevas generaciones.
Muy a su pesar, la Jane Goodall de hoy ha dejado de lado su trabajo de más de sesenta años como investigadora sobre la conducta de los chimpancés (ella es la máxima autoridad sobre el tema), para convertirse desde 1986 en una activista y defensora de la conservación del medio ambiente, labor que ella siente como coherente y necesaria.
Sin ningún tipo de narración y dejando que sea su protagonista quien hable sobre su vida y obra, el documental de Elizabeth Leiter y Kim Woodward nos muestra algunos aspectos personales que humanizan a la prestigiosa etóloga: Su amor por un buen vaso de Whiskey, su afición por los muñecos de peluche, la cálida relación con sus nietos. Hay un momento muy significativo, donde Jane nos muestra el libro La historia del Doctor Dolittle y nos enseña cómo una ilustración en especial, donde un grupo de monos fabrica un puente, fue la que la motivó en la niñez por explorar el mundo de nuestros parientes cercanos, los primates.
Pero lo cierto es que este documental se centra en el arduo trabajo de una mujer de la tercera edad que no para de viajar, de dar conferencias y de trabajar con el programa Roots & Shoots, fundado por ella, que busca enseñarle a los niños y jóvenes sobre el cuidado del medio ambiente. Asimismo, Jane Goodall: El legado nos muestra a una diplomática con una gran habilidad para empatizar, no solo con los chimpancés, sino con las personas. Que sabe que los grandes cambios sociales surgen de los pequeños cambios concretos ejercidos por los individuos y de la conciliación, no de la confrontación y la agresividad.
Jane Goodall encarna la esperanza de un mundo mejor. Un mundo en el que las necesidades básicas pueden ser satisfechas, en el que las personas somos conscientes del impacto que generamos en un medio ambiente del cual todos necesitamos para sobrevivir, en el que el respeto se gana por el conocimiento y la experiencia y no por el poder material. Ojalá que muchas niñas tomen como modelo a esta mujer inteligente, sensible, emancipada y empoderada, que es un ejemplo vivo de cómo la acción, la constancia y la intensidad, son las claves para llevar una vida plena y feliz.
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