Un padre tradicionalista entra en crisis cuando su amada hija le anuncia que está comprometida, en una cinta que pretende ser una actualización, pero que se siente anticuada.
Director: Gary Alazraki
Andy García, Gloria Estefan, Adria Arjona, Chloe Fineman
Hace 72 años, el director Vincente Minnelli confeccionó una hermosa película basada en el libro de Edward Streeter, acerca de un hombre conservador aferrado a las tradiciones que se enfrenta a una noticia feliz para otros, pero devastadora para él: Su hija va a contraer matrimonio. El éxito de El padre de la novia se apoyó en tres factores fundamentales. El guion astuto y sensible de Frances Goodrich y Albert Hackett, la experta dirección de Minnelli, y las estupendas actuaciones de las leyendas de Hollywood Spencer Tracy como el padre, Joan Bennett como la madre y Elizabeth Taylor como la hija.
Hace 31 años, se realizó un remake del clásico de Minnelli, esta vez bajo la dirección de Charles Shyer y protagonizada por Steve Martin, Diane Keaton y Kimberly Williams. La película resultó ser un éxito comercial y un trabajo amable y placentero, pero que no llegó ni siquiera a equiparar lo logrado en los años cincuenta, salvo por una excéntrica interpretación de Martin short como Franck Eggelhoffer, el organizador de bodas.
Tanto la versión original como el remake de los noventa tuvieron sus respectivas secuelas (El padre es abuelo de 1951, también dirigida por Minnelli y con todo el elenco original; y El padre de la novia parte II de 1995, con el mismo director y grupo de actores de su predecesora). Curiosamente, la secuela de la versión original no llegó a equipararla, pero la secuela del remake sí la llegó a superar en ritmo y gracia.
Ahora llega un segundo remake directo para el streaming (probablemente tendrá también su secuela), dirigida por el mexicano Gabriel Alazraki (autor del éxito Nosotros los nobles), y que se enfoca en una familia de inmigrantes cubanos radicados en Miami.
Este nuevo Padre de la novia, escrito por Matt López (guionista de las cintas de Disney Cuentos que no son cuento, Regreso a la montaña embrujada y El aprendiz de brujo), nos muestra al actor cubano Andy García encarnando a Billy Herrera, un hombre que llegó a los Estados Unidos sin nada en sus bolsillos, para convertirse en un afamado arquitecto. Su esposa Ingrid es interpretada por la cantante cubana Gloria Estefan, quien ya nos había mostrado sus dotes actorales en la entrañable cinta Música del corazón, coprotagonizada por Meryl Streep y dirigida por Wes Craven (¡!)
Billy e Ingrid están a punto de divorciarse. Cuando se disponen a contarle la triste noticia a sus hijas Sofía (Adria Arjona, la actriz de Morbius y la hija del cantante Ricardo Arjona) y Cora (Isabela Merced de Dora la exploradora y Sicario 2), Sofía se adelanta y le informa a la familia que va a contraer matrimonio con un abogado mexicano llamado Adán (Diego Boneta de la serie Luis Miguel).
Como era de esperar, la noticia le cae al padre conservador y tradicionalista como un baldado de agua fría y las cosas se complican cuando Billy conoce a su futuro yerno, un chico al que no le gustan los deportes, ama la meditación y piensa irse a México con Sofía para trabajar en una ONG.
Las cosas se enredan aún más, cuando Billy conoce a Hernán Castillo (Pedro Damián), su futuro suegro, quien está casado con Natalie, una chica tan joven como su hija (Macarena Achaga), dejando a un lado a Marcela (Laura Harring), la madre de Adán. Hernán es un magnate cervecero que no tiene ningún problema para despilfarrar dinero, pero como la tradición dicta que el padre de la novia es quien paga la boda, esto pone a Billy en aprietos.
Alazraki y López canalizan el espíritu de las comedias románticas de los años noventa e inicios del 2000 dirigidas por Nancy Meyers, con su música Jazz y escenarios suntuosos; García y Estefan dan lo mejor de sí y Chloe Fineman de Saturday Night Live, intenta hacerle justicia al personaje inmortalizado por Martin Short, interpretando a la organizadora de bodas Natalie Vance.
Pero hay algo que se siente rancio en esta nueva versión de El padre de la novia. Se intuye que Cora, la hija menor que sueña con ser diseñadora, es gay y ha comenzado a tener una relación con Vanessa (Ana Fabrega), la amiga de su hermana, pero esto no llega a ser explícito. Asimismo, las mujeres de esta cinta tienden a ser crueles con Billy quien, pese a su amor por el trabajo y apego a las tradiciones, es un hombre tan sensible y cariñoso como Adán, y no lo opuesto, como se nos trata de mostrar.
Más allá de los estereotipos y el conservadurismo de una cinta que aparenta ser liberal, este bonito remake del Padre de la novia, se siente más como una vieja versión que como una nueva.
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