De una manera sorpresiva, los estudios Disney nos entregan una desquiciada sátira animada sobre dos ardillas caídos en desgracia que deben rescatar a un amigo ratón de las manos de un actor infantil convertido en criminal.
Director: Akiva Schaffer
Con las voces de Andy Samberg, John Mulaney, Eric Bana, J.K. Simmons
En 1989 se estrenó en cines todo un clásico de la animación y del cine neo-noir. ¿Quién engañó a Roger Rabbit?, la cual nos mostraba a un rudo detective (encarnado por el gran Bob Hoskins), quien en los años cuarenta ingresa al mundo de Toontown, para intentar resolver un misterio que gira en torno a una estrella del dibujo animado y a su pareja, la sensual y voluptuosa Jessica Rabbit.
La cinta de Robert Zemeckis, dirigida a un público adulto, fue un trabajo delirante que utilizó las estructuras narrativas de cintas clásicas como El halcón maltés, El gran sueño y Chinatown, para introducirnos a un universo en el que personajes animados pertenecientes a diversas compañías, convivían sin ningún problema.
Pese a su éxito, la cinta nunca tuvo una secuela. Sin embargo, la película Chip y Dale al rescate, puede pensarse como una continuación no oficial. Así de buena es.
Chip y Dale al rescate resucita a las icónicas ardillas antropomórficas creadas en 1943 por Walt Disney para hacerle la vida imposible a Pluto (la mascota de Mickey Mouse) y luego al Pato Donald, para finalmente ser las protagonistas de varios cortometrajes animados. Asimismo, la película funciona como la versión cinematográfica de la serie de 1989, en la que las ardillas abren una agencia de detectives junto a unos amigos llamados Monterey Jack (un ratón australiano con mostacho), Gadget (una rata piloto y mecánico) y Zipper (una mosca verde que no habla).
Sin embargo, la película de Akiva Schaffer (integrante del fantástico trío cómico The Lonely Island) es toda una joya del metacine, que se desarrolla en un universo muy similar al Toontown de Roger Rabbit. En este mundo, en el que los personajes animados de diferentes compañías conviven con los seres humanos de carne y hueso, encontramos a Chip y a Dale.
El guion, escrito por Dan Gregor y Doug Mand (How I Met Your Mother, Crazy Ex Girlfriend), nos muestra a unas ardillas quienes años atrás gozaron de fama y fortuna gracias a la serie de televisión, pero que ahora, debido a una serie de malas decisiones y malentendidos, terminaron separados. Chip (con la voz de John Mulaney de la serie animada Big Mouth) trabaja en una aseguradora y Dale (con la voz de Andy Samberg, destacado miembro de The Lonely Island), se sometió a una cirugía estética (ahora es un dibujo animado en 3D), y sobrevive en convenciones firmando autógrafos junto a Tigra (una olvidada superheroína de Marvel) y Ugly Sonic (la versión rechazada y dentada de las películas basadas en el videojuego).
Monterey Jack (Eric Bana), ahora adicto al queso, solicita la ayuda de las ardillas. Debido a su vicio, el ratón ha adquirido una deuda con Sweet Pete (Will Arnett), otro personaje animado de antaño (no se puede revelar quien es), que ahora se ha convertido en criminal y que tiene como ayudantes a Jimmy (Da’Vone McDonald), el oso polar de Coca-Cola y a Bob (Seth Rogen), un guerrero vikingo animado por computador y que sufre del síndrome de los ojos muertos.
Monty es secuestrado por Sweet Pete y sus compinches para “piratearlo” (es decir, cambiar aspectos de su fisionomía y obligarlo a trabajar en versiones pirata de los clásicos animados de Disney y de otras compañías importantes) y Chip y Dale deberán unirse de nuevo y superar sus desacuerdos, para rescatar a su amigo.
En este mundo sobrecargado de reciclaje (secuelas, recuelas, precuelas y reboots) y de una nostalgia exagerada por el cine, la televisión y la música del pasado (especialmente de las décadas de los ochenta y noventa), esta comedia anárquica viene a ser un magnífico respiro y más cuando viene de parte de uno de los estudios que más se ha encargado de explotar el reciclaje y la nostalgia.
Chip y Dale al rescate es toda una joya que merecía estar en las salas de cine, pero que ahora reposa en la plataforma de streaming de Disney esperando ser descubierta, como esos preciados tesoros que muchos personajes solían buscar en las series animadas de los ochenta y noventa.
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