¡Alisten sus pañuelos! Con seguridad, la triste historia de Kya va a generar muchas lágrimas en las salas de cine.
Directora: Olivia Newman
Daisy Edgar-Jones, Taylor John Smith, Harris Dickinson, David Strathairn
El melodrama es uno de los géneros más atacados en el cine. Se le acusa de manipular los sentimientos y de ser cursi y exagerado. Sin embargo, el público, más allá de acudir a las salas de cine para que le cuenten una historia, quiere reír, asustarse y, en algunas ocasiones, llorar. Precisamente, el melodrama apela a esta última emoción.
La chica salvaje es la adaptación cinematográfica del best-seller de Delia Owens, libro favorito de la actriz Reese Witherspoon (quien es la productora de la cinta) y de la cantante Taylor Swift (quien aportó una de sus composiciones como parte de la banda sonora).
La directora Olivia Newman, perteneciente al mundo de la televisión, trabaja con la guionista Lucy Alibar (autora de la magnífica Beast of the Southern Wild) para adaptar esta novela, amada por millones de lectoras en todo el mundo y que mezcla las premisas de los melodramas The Notebook (la exitosa adaptación de la novela romántica de Nicholas Sparks) y Nell (la cinta dirigida por el fallecido Michael Apted y protagonizada por Jodie Foster, sobre una chica feral que vive en el bosque).
La británica Daisy Edgar-Jones (de las series Cold Feet, Normal People y War of The Worlds) encarna satisfactoriamente a Kya, la chica salvaje en cuestión, quien vive sola en los pantanos de Barkley Cove, un poblado ficticio supuestamente ubicado en Carolina del Norte, luego que su madre y sus hermanos mayores la abandonaran, dejándola sola al cuidado de un padre alcohólico y abusivo (Garret Dillahunt). Edgar-Jones no es la única que interpreta a Kya, ya que en su época de infancia es encarnada estupendamente por la actriz infantil Jojo Regina.
La historia de Kya se cuenta a manera de flashback, ya que la cinta comienza con el descubrimiento del cadáver de un joven y con el arresto de la chica, sospechosa de asesinato. Kya le cuenta toda su historia al abogado Tom Milton (David Strathairn en una variación del Atticus Finch, protagonista de la novela Matar a un ruiseñor). En ella conoceremos su trágica niñez, su amor por la naturaleza, su talento para el dibujo y su desafortunada relación con dos chicos. El primero es Tate Walker (Taylor John Smith de Shadow In The Cloud), amigo de infancia y el amor de su vida, quien es tan noble y bueno con Kya como lo es el abogado Milton.
Chase abandona a Barkley Cove para cumplir el sueño de su padre de ver a su hijo convertido en todo un profesional, dejando a Kya con el corazón roto. Llega así Chase Andrews (Harris Dickinson de The King’s Men), un nuevo interés romántico quien poco a poco va dejando ver sus verdaderos colores. Chase es el joven muerto y su vínculo con Kya la lleva a convertirse en la acusada del supuesto crimen.
La hermosa fotografía de Polly Morgan (A Quiet Place, Legion) y las buenas actuaciones de todo su elenco, hacen que nos preocupemos por la historia, pese a sus lugares comunes y a un desenlace que no es tan sorpresivo como debería y que pertenece más a una cinta de suspenso. Pero lo más importante, es que aquellos que buscan un melodrama lacrimógeno, no quedarán defraudados.
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