Director: John Woo
Chow Yun-Fat, Danny Lee, Sally Yeh, Chu Kong
La asociación entre el director John Woo, el productor Tsui Hark y el actor Chow Yun-Fat, ya había tenido resultados explosivos gracias al drama criminal de 1986 A Better Tomorrow. Pero fue la calidad superior y el éxito internacional de The Killer, lo que convirtió a esta espectacular cinta de acción, en todo un hito que marcó el rejuvenecimiento del cine de acción a finales de la década de los ochenta.
Como si se tratara de una adaptación libre de la película de Chaplin City Lights (esta vez con un tono de tragedia), The Killer cuenta la historia de Ah Jong (Chow Yun-Fat), un asesino a sueldo con un código de honor inquebrantable, que busca recaudar dinero para poder pagar la operación de transplante de córnea para Jennie (Sally Yeh), una cantante que quedó ciega cuando se interpuso en una balacera entre Ah Jong y sus víctimas.
A su vez, Ah Jong (personaje inspirado en el Jef Costello de la cinta de Jean-Pierre Melville, Le Samouraï), es traicionado por su jefe y amigo Fung Sei (Chu Kong) y es perseguido por Li Ying (Danny Lee), un rudo policía con un código similar al del asesino.
La truculenta trama es lo menos importante en la cinta de John Woo. El director procedente de Hong Kong entiende que lo realmente importante en las películas de acción, son las coreografías de balaceras, persecuciones de autos y derramamiento de sangre, del mismo modo que los musicales (género del cual Woo se confiesa amante), se sustentan en las coreografías de bailes y cantos.
Se podría pensar en John Woo como el Busby Berkeley del cine de acción: sus coreografías son complejas, detalladas e impresionantes. Asimismo, se puede leer a The Killer como una historia de amor con muchos tintes homoeróticos (El sentido de la amistad y la lealtad de Ah Jong, la rivalidad convertida en admiración de Li Ying, y la simbología fálica de las armas disparadas, hace que sea imposible evitar esa lectura).
Este Western contemporáneo culmina con un sangriento tiroteo en una capilla cristiana (religión que profesa Woo), con las balas y los cadáveres interactuando con las velas, las estatuas de la vírgen y las palomas blancas (símbolos de la paz), alzando su vuelo en cámara lenta. Toda una obra maestra.
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