Polissons et Galipettes (The Good Old Naughty Days) (Golfos y picardías de antaño) (2002)

Una antología subversiva de cortometrajes eróticos franceses de principios del siglo XX, que ofrece una visión única de la clandestinidad sexual en la Belle Époque.

Director: Michel Reilhac

Polissons et Galipettes no es solo un conjunto de cortos eróticos; es un vestigio fascinante del cine clandestino. Curada por el archivista Michel Reilhac, la compilación forma parte de una colección olvidada de filmes de entre 1905 y 1925 que desafían la noción convencional de la pornografía, presentando un crudo retrato de la sexualidad humana mucho antes de que las grandes producciones de cine adulto se asentaran en la industria. El concepto de cine para adultos, tal como lo conocemos hoy, parece tener raíces mucho más profundas, de las que las generaciones posteriores no siempre son conscientes.

Los 13 cortometrajes que componen la selección de Polissons et Galipettes hacen parte de 300 que fueron descubiertos recientemente y grabados en secreto, usualmente durante el tiempo libre de producciones legítimas, utilizando los decorados y los vestuarios de obras teatrales populares de la época. Sin embargo, su contexto y objetivo eran muy distintos: destinados a ser proyectados en burdeles y en fiestas privadas, se trataron de producciones furtivas donde las convenciones de la comedia y el teatro se mezclaban con el deseo más explícito y desenfrenado.

Uno de los aspectos más llamativos de la antología es el contraste entre la interpretación de los actores profesionales y los amateurs. Los primeros, conscientes de su papel en la estructura cinematográfica, evitan la mirada directa a la cámara, mientras que los segundos, a menudo prostitutas o actores no profesionales, se entregan sin restricciones a la cámara, rompiendo la cuarta pared y jugando con la transgresión y la fascinación voyeurística. Este enfoque directo crea una atmósfera donde el espectador se convierte en un intruso, un observador ajeno a las normas de la moralidad de la época.

La calidad de producción de estos filmes también es sorprendente para su época. Aunque la pornografía en sus primeras formas era generalmente rudimentaria y mal iluminada, Polissons et Galipettes presenta una cinematografía limpia y cuidada, con planos largos y encuadres diseñados con atención al detalle. A menudo se puede ver un uso cuidadoso de la iluminación, destacando los cuerpos en movimiento y enfatizando la exposición al deseo de una forma sutilmente artística. La elección de una banda sonora de piano ligera, incluso juguetona, acompaña los momentos más explícitos de una manera que genera un contraste entre la frivolidad del ritmo y la intensidad de las imágenes.

Lo que convierte a Polissons et Galipettes en un documento tan interesante no solo es su contenido explícito, sino el contexto histórico en el que fue producido. En un momento en que las representaciones abiertas de la sexualidad eran consideradas tabú, estos cortometrajes ofrecían una liberación para los hombres adinerados que buscaban satisfacción en un espacio apartado del ojo público. Más allá del simple deseo sexual, estos filmes servían como una forma de resistencia contra las restricciones impuestas por las normas sociales, culturales, sexuales y religiosas de la época.

Además, la recopilación ofrece un vistazo antropológico a una sociedad en la que el sexo no estaba tan estigmatizado como lo sería en décadas posteriores, antes de que el movimiento de la moral sexual comenzara a tomar fuerza en la cultura occidental. Los actores, los decorados y la teatralidad de las situaciones transmiten un mundo donde el sexo se veía más como un juego o una travesura que como el acto cargado de significados sociales y morales que vendría más tarde.

En términos de transgresión y transitar límites, esta antología sirve como un testimonio de cómo la pornografía, desde sus inicios, ha sido una arena de exploración tanto de los deseos humanos más básicos como de las tensiones sociales y políticas. Sin embargo, lo que podría parecer una simple curiosidad histórica se convierte en un llamado a cuestionar los límites de lo permitido y lo prohibido, invitando al espectador a reflexionar sobre las percepciones cambiantes de la sexualidad en la cultura.

Polissons et Galipettes no es solo una compilación de películas eróticas primitivas; es una incursión en las primeras formas de cine guerrillero, una subversión contra las convenciones de la Belle Époque, y una observación de los mecanismos de transgresión que continúan siendo relevantes hoy en día. Es una pieza cinematográfica que invita tanto a la reflexión sobre la historia como a la risa nerviosa por las irreverencias que presenta.

Sobre André Didyme-Dôme 1956 artículos
André Didyme-Dome es psicoterapeuta y periodista. Se desempeña como editor de cine y TV para las revistas ROLLING STONE Y THE HOLLYWOOD REPORTER EN ESPAÑOL y es docente universitario; además, es guionista de cómics para MANO DE OBRA, es director del cineclub de la librería CASA TOMADA y conferencista en ILUSTRE. Su amor por el cine, la música pop y rock, la televisión y los cómics raya en la locura.

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