Director: Jonás Trueba
Renata Antonante, Francesco Carril, Vahina Giocante, Luis E. Parés, Isabelle Stoffel, Vito Sanz
Los exiliados románticos es una cinta “indie-hipster” de bajísimo presupuesto, acerca de tres amigos (Francesco Carril, Luis E. Parés, Vito Sanz) que viajan a Francia para encontrarse con sus respectivos amores (Renata Antonante, Isabelle Stoffel, Vahina Giocante).
En clave de Road Movie, esta película que nació de un viaje de doce días a Francia, con un guión que se construyó en el camino y que se adaptó a las mismas circunstancias del viaje, comienza con un ritmo torpe y pretencioso, para luego tomar curso y llegar a estar cerca de la genialidad de las cintas de Jim Jarmusch o Richard Linklater, en las que realmente “no sucede nada” en términos narrativos, pero muchísimo en términos de evocación y de relaciones humanas.
La tercera película de Jonás Trueba (hijo del prestigioso director español Fernando Trueba) nos muestra su sentido de la espontaneidad, de la intuición y del riesgo, en donde vale más la experimentación que la técnica formal. Asimismo, las influencias de la “Nueva Ola Francesa” son más que evidentes (Godard, Truffaut, Eustache, Rohmer, Rivette).
Si el cine debe estar conectado a la vida, Los exiliados románticos logra esa misión con creces. Su actitud ambiciosa que raya con la petulancia, puede llegar a exasperar (al igual que los interludios musicales de Miren Iza), pero los encuentros amorosos, con esos diálogos sensibles y de torpeza idiomática, así como el gran amor depositado en su realización, la convierten en un trabajo extrañamente hermoso.
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