Director: Danièle Thompson
Guillaume Canet, Guillaume Gallienne, Alice Pol
La escritora y guionista Danièle Thompson (Jet Lag, It Happened in Saint-Tropez) nos entrega un precioso biopic sobre la vida de dos grandes artistas y amigos desde la infancia: el escritor Émile Zola y el pintor Paul Cézanne.
La maravillosa película ganadora del Oscar en 1937, The Life of Emile Zola de William Dieterle, ya había abordado de manera tangencial dicha relación, pero aquí es el eje central. La cinta de Thompson trata de explicar por qué esta amistad entrañable que se inició desde el colegio, terminó por acabarse pocos años antes de la muerte de ambos.
Cézanne Et Moi tiene una preciosa fotografía cortesía de Jean-Marie Dreujou que terata de imitar la pintura de Cézanne y unas buenas actuaciones a cargo de Gillaume Canet (Zola) y Gillaume Galliene (Cézanne). Además es algo muy divertido para los amantes del arte, ver apariciones fugaces de Manet, Tanguy, Renoir, Pisarro, Guy de Maupassant como si fueran una especie de miembros de la Justice League del mundo del arte.
Sin embargo, la ausencia de las pinturas de Cézanne hace que la película se sienta como esos tributos a los Beatles que se presentan en YouTube que. por derechos de autor, no incluyen sus canciones originales. Asimismo, lo que hace que los personajes de Zola y Cézanne sean interesantes no es su amistad, sino sus creaciones. La falta de exploración del proceso creativo de los dos, hace que Cézanne et Moi sea un trabajo bien documentado, pero anecdótico.
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