Directora: Natalia Santa
Tres hombres mayores de cincuenta años se enfrentan a los sinsabores de la vida, en una cinta pretenciosa y aburrida.
Gonzalo de Sagarminaga, Hernán Méndez, Manuel Navarro, Victoria Hernández, Maia Landaburu, Martha Leal
Esta cinta colombiana, que convirtió a Natalia Santa en la primera directora colombiana que ha participado en el Festival de Cannes, cuenta la historia de tres hombres perdedores, todos mayores de cincuenta años quienes viven en el centro de Bogotá.
El primero es Samuel (interpretado por el español Gonzalo de Sagarminaga, quien también compuso la música para la cinta), un jugador de ajedrez y profesor de matemáticas divorciado, que mantiene una relación de tensión sexual con la hija adolescente de la dueña del inquilinato donde vive y con la madre de uno de sus alumnos.
El segundo es Joaquín (encarnado por el colombiano Hernán Méndez), un reparador de relojes y amigo de Samuel, que está a punto de perder el lugar donde trabaja y que heredó de su padre.
El tercero es Marcos (interpretado por el también español Manuel Navarro), un doctor homeópata, ludópata y marihuanero, que mantiene relaciones con su ama de llaves.
La inmersión hiperrealista a la cotidianidad de unos personajes invadidos por la pobreza y la mediocridad (el cual es el sello de las influyentes cintas de los hermanos Dardenne), aquí se convierte en una película soporífera y casi inaguantable, a pesar de su corta duración real.
La defensa del dragón (llamada así por una jugada de ajedrez) no es en realidad una película sobre el juego ni tampoco sobre los amores de estos hombres maduros y mucho menos, llega a ser una reflexión sobre el peso de no lograr nada significativo en la vida. Es en realidad una cinta pretensiosa que termina siendo tremendamente aburrida.
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