Director: Alejandro Maci
Luisana Lopilato, Juan Minujín, Guillermo Francella
Basada en la novela de 1946, escrita por Adolfo Bioy Casares y Silvina Ocampo en 1946, esta película dirigida por Alejandro Maci (reconocido por su trabajo en la versión argentina de la serie de televisión In Treatment), goza de una actuación de grueso calibre cortesía de Guillermo Francella (El Clan), de la magnífica fotografía de Julián Apezteguia (Carancho) y de la música preciosista de Nicolás Sorín (Bombón El Perro).
Francella interpreta aquí al médico homeópata Enrique Hubermann (creado por Ocampo y Bioy Casares como un homenaje al detective Hércules Poirot de las novelas de Agatha Christie), y tal vez por esta razón, Los Que Aman Odian reproduce la estructura de las novelas de la escritora británica, hasta el punto de ser casi una copia inferior de El Misterioso Caso de Styles, escrita en 1920.
Aquí, Hubermann llega a un hotel ubicado en la playa y administrado por su prima (Marilú Marini), para olvidarse de Mary (Luisiana Lopilato), una atractiva traductora de novelas, quien goza seduciendo a los hombres que encuentra a su paso. Sin embargo, Hubermann cuenta con la mala (o buena) fortuna, de toparse con Mary en el hotel, ya que ella se hospeda allí con su hermana y con el prometido de ella.
Las hermanas en cuestión comparten un pasado trágico, una buena herencia y una gran inestabilidad emocional y Hubermann se encuentra obsesionado por Mary (distanciándose así del estoico Poirot). De igual manera se sienten locamente atraídos por Mary el prometido de su depresiva hermana y un niño precoz que vive en el hotel. Sobra decir que ocurre un asesinato y todos los que habitan el hotel son sospechosos del crimen.
La mezcla entre romance y misterio no logra funcionar del todo y la película se hace verdaderamente interesante cuando decide tomar el rumbo del suspenso criminal. Lopilato no llega a convencer como la mujer fatal del relato y el ser una película de época se presta para un cierto acartonamiento por parte del elenco. Sin embargo, Los que aman, odian es una muestra más del estupendo momento por el que está pasando el cine argentino.
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