Una cinta de ciencia ficción y terror con subtexto feminista… y no es Alien.
Dirección: Alex Garland
Natalie Portman, Oscar Isaac, Jennifer Jason Leigh
Alex Garland, el escritor de The Beach, 28 Days Later…, Sunshine y Never Let Me Go, y quien debutara como director con la perturbadora y enigmática Ex-Machina (también escrita por él), regresa a la silla del director con Annihilation, una adaptación de la primera parte de una trilogía de novelas de ciencia ficción conocidas como Southern Reach y escritas por Jeff VanderMeer.
Los estudios Paramount, asustados por los decepcionantes resultados en taquilla de la excelente secuela de Blade Runner, no quisieron estrenar en cines a Annihilation, convirtiéndose en parte de la parrilla de la plataforma Netflix. Y es que las películas de ciencia ficción dura, que buscan reflexionar sobre nuestra existencia y nuestro lugar en el cosmos, ya no tienen cabida en las salas de cine incrustadas en los centros comerciales, a las que acude la mayoría de la gente buscando entretenimiento infantil y enajenante y donde una cinta que rete la inteligencia y que obligue a pensar, se considera como toda una afrenta. Esto es una lástima, puesto que las cintas de ciencia ficción deberían ser vistas en una pantalla gigante: si no que lo digan quienes tuvimos la fortuna de ver en cines, trabajos alucinantes como 2001: A Space Odyssey, Solaris, Arrival o las películas de Blade Runner.
Esto no quiere decir que Annihilation sea un nuevo clásico de la ciencia ficción. De hecho, tiene esa estructura narrativa recalcitrante robada de cientos de cintas que hibridan el terror con la ciencia ficción, en la que un grupo de personas (en este caso 5 mujeres), se enfrentan a un poderoso y peligroso alienígena. Con la eterna saga de Alien tenemos suficiente.
Sin embargo, Annihilation es una cinta elegante e inteligente, sello característico de Garland. Natalie Portman logra una poderosa actuación interpretando a Lena, una ex-militar y bióloga, que se embarca en una exploración al interior de un extraño portal que apareció de repente cerca a un faro y que se extiende lentamente haciéndonos pensar en el fin del mundo. El gobierno envió a varios voluntarios al interior del portal y ninguno de ellos regresó, excepto Kane, el esposo de Lena (un estupendo Oscar Isaac), también militar, quien no recuerda nada de lo que sucedió allí y quien quedó físicamente afectado luego de su retorno.
La expedición al Área X (con ecos de Stalker de Tarkovsky), está liderada por la doctora Vendress, una psicóloga interpretada de una manera más que inquietante por Jennifer Jason Leigh. Se suman al escuadrón suicida la física Josie (Tessa Thompson), la antropóloga Cast (Tuva Novotny) y la paramédica Anya (Gina Rodríguez). Cada una de ellas, incluyendo a Lena, se encuentran psicológicamente dañadas y hasta el espectador más ingenuo sabe que de ese viaje solo unos pocos sobrevivirán.
Lo interesante de la cinta de Garland es que puede leerse a varios niveles. Los amantes de historias humanas con una base realista, leerán a Annihilation como una metáfora sobre el caos que se cierne en la vida de una pareja cuando se atraviesa el portal de la fidelidad. Otros, amantes de la ciencia ficción, la leeremos como un interesantísimo relato en el que una radiación ultravioleta llega a la Tierra para generar entropía en los delicados códigos genéticos de los animales, las plantas y las personas. E inclusive, esta película permite una interpretación religiosa acerca de la verdadera naturaleza de Dios. Dichas lecturas (una reduccionista, y las otras abiertas y ambiguas, pero todas complejas y cargadas de significado), hacen que Annihilation sea algo más que mero entretenimiento palomitero, lo que en estos días convierte a una película de alto presupuesto en veneno para la taquilla.
Quienes estamos dispuestos a atravesar el portal, saldremos afectados y con ganas de intercambiar ideas. Otros atravesarán el portal y terminarán agonizando a la mitad del camino.
Quedan advertidos.
