La historia de una niña de 14 años de edad, constituye toda una obra maestra para el nuevo milenio.
Director: Bo Burnham
Elsie Fisher, Josh Hamilton, Emily Robinson
Bo Burnham, un músico y comediante de 27 años de edad, procedente de YouTube, nos devuelve la fe en el cine y en las nuevas generaciones, gracias a la sencilla pero igualmente impresionante Eighth Grade, quizás una de las mejores películas sobre adolescentes de todos los tiempos.
Kayla es el nombre de la protagonista de esta cinta, interpretada de manera magistral por Elsie Fisher (una actriz infantil que había prestado su voz para el personaje de Agnes en las películas animadas de Despicable Me). Ella es una niña desesperada por ser la más popular de su curso, quien imparte una serie de lecciones de empoderamiento a las niñas de su edad, en una serie de vídeos que realiza y cuelga en YouTube (y que probablemente nadie ve). Sin embargo, sus lecciones de vida distan mucho de lo que ella es en la realidad: una chica callada y retraída, enamorada del chico más popular de su clase y con un padre (Josh Hamilton) que trata de conectarse con ella de manera infructuosa.
Burnham logra contar la historia de esta niña de una manera estructurada y muy divertida, sin caer en ningún momento en estereotipos o lugares comunes y con un gran ojo y oído para el mundo adolescente actual. El espectador tampoco debe esperar una cinta que acuse a la internet y a los teléfonos celulares de todo lo malo a lo que se le acusa a las nuevas generaciones. La red y los dispositivos digitales aquí hacen parte de la realidad y de la vida cotidiana de unos jóvenes, que no se diferencian mucho de los jóvenes de las generaciones anteriores.
Al igual que Boyhood, esa otra obra maestra sobre el paso de la niñez a la juventud, Eighth Grade está conformada por episodios de la vida de Kayla, así como sus descubrimientos, sus mentiras, sus miedos, sus sueños y sus desilusiones. Estos momentos (los cuales prefiero no revelar aquí), están llenos de ternura, tristeza, vergüenza, hilaridad, agonía y rabia. Todo al mismo tiempo.
Si la magnífica Mid90s de Jonah Hill nos acercó de una manera emotiva y nostálgica al mundo adolescente masculino, en una época en donde la internet y los celulares no eran parte integral de las relaciones humanas, Eighth Grade nos aproxima al mundo adolescente femenino en el aquí y el ahora, mostrándonos cómo con o sin tecnología, los adolescentes siempre tendrán los mismos problemas, así como las mismas angustias y confusiones.
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