Cuatro grandes actrices protagonizan una comedia de mal gusto y de pensamiento retrógrado.
Dirección: Bill Holderman
Jane Fonda, Diane Keaton, Candice Bergen, Mary Steenburgen
Cuatro mujeres de más de sesenta años, representadas por las leyendas del cine Jane Fonda, Diane Keaton, Candice Bergen y Mary Steenburgen, conforman un club de lectura. ¿Cuál es el libro que van a leer? Nada menos que Cincuenta Sombras de Grey. Con semejante premisa, el espectador ya se puede imaginar que las cosas no van a salir para nada bien, pese al reparto de lujo.
Piense en Book Club como una versión senil de Sex And The City, menos la gracia, el picante y el sentido de lo femenino de la serie de HBO. En esta cinta todo tiene un doble sentido vulgar y de mal gusto, los momentos son más aburridos que graciosos y/o románticos y la trama es predecible a más o poder. Pero lo peor de todo, radica en ver a estas grandes actrices inmersas en una cinta que glorifica una visión retrógrada de la mujer.
Jane Fonda interpreta a Vivian, la dueña de un hotel que tiene a muchos hombres a su disposición y que ama el sexo, pero que nunca ha podido superar su rompimiento con su novio de juventud (encarnado por Don Johnson, ni más ni menos que el papá de Dakota Johnson, la actriz que protagonizó la fétida trilogía cinematográfica de Cincuenta Sombras de Grey). Diane Keaton es Diane, una mujer viuda que es sobreprotegida por sus hijas mayores y que encuentra el amor en la forma de un piloto de avión (interpretado por Andy Garcia). Candice Bergen es Sharon, una juez federal que vive con su gato y quien ha decidido ingresar a una página de citas (donde se encuentra con Richard Dreyfuss y con Wallace Shawn). Mary Steenburgen es Carol, una ex-mesera casada con el pensionado Bruce (Craig T. Nelson) y que siente que su esposo ya no siente la misma pasión por ella.
En esta cinta, el cuarteto que conforma al “club de lectura”, solo podrá ser feliz si cada una de sus integrantes encuentra al hombre ideal. Eso sin contar que consideran “sexy” a un libro decididamente machista (tres libros, para ser exactos) que cuenta la historia de un hombre que goza sometiendo a una mujer, bajo el disfraz de novela de amor y erotismo.
El director Bill Holderman (esta es su ópera prima) no se ha dado cuenta de que ya estamos en el siglo XXI y que semejante propuesta de película traspasa los límites de lo ofensivo. Pero lo más sorprendente aún, es que Fonda, Keaton, Bergen y Steenburgen, todos unos modelos de la mujer fuerte, empoderada e independiente, interpreten a unas viejas pedosas, histéricas y con un pésimo gusto literario.
