L’Amant d’un Jour (Amante por un día) (2017)

El director Philippe Garrel nos recuerda lo mejor de la Nueva Ola Francesa, con una corta historia de tintes psicoanalíticos sobre los misterios del amor.

Dirección: Philippe Garrel

Éric Caravaca, Esther Garrel, Louise Chevillotte

La Nouvelle Vague (o Nueva Ola Francesa) fue quizás uno de los movimientos cinematográficos más influyentes en la historia del cine, el cual permitió que los directores se convirtieran en los verdaderos autores de sus películas, a partir de una propuesta basada en la libertad, la búsqueda de un estilo particular y la exploración de aquello que nos hace seres humanos. Este movimiento liderado por críticos de cine convertidos en realizadores, revolucionó al cine mundial de los años sesenta y puso muy en alto al cine francés.

Como si la Nueva Ola Francesa nunca se hubiera disipado, el director Philippe Garrel (hijo del fallecido actor Maurice Garrel, padre de los actores Louis y Esther Garrel, y autor de esa joya llamada Los Amantes Regulares), nos presenta una cinta filmada en 35 mm y con un glorioso blanco y negro llamada Amante Por Un Día.

Garrel logra canalizar a sus maestros (Truffaut, Godard, Rohmer) al contar la historia de Gilles (encarnado por un estupendo Éric Caravaca), un profesor de filosofía de unos cincuenta años de edad, quien se ha enamorado de Ariane, su hermosa estudiante de veintitrés años (interpretada por Louise Chevillotte desbordando una sensualidad que nos recuerda a Jane Birkin y a Brigitte Bardot). Los dos viven en la casa de él, hasta que irrumpe Jeanne, la hija de veintitrés años de Gilles y producto de una relación anterior (Esther Garrel proyectando una neurosis digna de un personaje de Woody Allen). El novio de Jeanne acaba de terminar con ella y la ha dejado desconsolada. Es así que Gilles y Ariane la reciben en su hogar generando una dinámica entre los tres personajes con tintes freudianos.

Mientras que el personaje de Caravaca sirve como una especie de alter-ego del director, el personaje de Chevillotte (actriz que debuta con esta cinta y a la que hay que seguirle la pista), sirve como amante para su pareja y como madre para la hija de su pareja, pero ella también es una mujer que necesita explorar su sexualidad más allá de los límites establecidos por Gilles (aunque este le propone una relación libre y abierta, lo cierto es que el profesor en el fondo anhela todo lo contrario). Gracias a la fotografía en blanco y negro cortesía de Renato Berta (Adiós a los Niños), el rostro, el cuerpo (y las pecas) de la Chevillotte cobran una gran belleza que la cinta de Garrel sabe aprovechar muy bien. El hecho de que la hija del director interprete a Jeanne (a Esther Garrel también la vimos en esa preciosa cinta llamada Call Me By Your Name), permite que se genere una dinámica entre el padre y la hija con visos autobiográficos que revela la dependencia emocional que los dos mantienen con sus respectivas parejas.

A no ser por el uso del teléfono celular en algunas escenas, la película de Garrel (con un guión en el que participa el gran Jean-Claude Carriere y Caroline Deruas, la esposa del director), parecería que transcurre en los años sesenta (la primera película del director fue filmada en 1964 a sus dieciséis años de edad). Sin embargo, como sucede con las películas de la Nouvelle Vague, los temas abordados son intemporales: la dependencia afectiva, los celos, el deseo, la infidelidad y la pérdida de la juventud.

Con Amante Por Un Día, Garrel completa una trilogía iniciada con La Jalousie del 2013 y La Sombra de las Mujeres del 2015. Las tres cintas tienen en común su corta duración, el haber sido rodadas en blanco y negro con un escaso presupuesto, y mostrar una preocupación por indagar sobre la psique femenina y sobre los misterios del enamoramiento. El resultado es una serie de cintas que, gracias a su fotografía, a la humanidad de sus protagonistas, a los diálogos profundos y llenos de sentido del humor, y a su intoxicante aire poético, nos recuerda una época gloriosa para el cine francés.

Sobre André Didyme-Dôme 1638 artículos
André Didyme-Dome es psicoterapeuta y periodista. Se desempeña como editor de cine y TV para la revista Rolling Stone en español y es docente universitario; además, es director del cineclub de la librería Casa Tomada y conferencista en Ilustre. Su amor por el cine, la música pop y rock, la televisión y los cómics raya en la locura.