Gracias a la química entre Mila Kunis y Kate McKinnon y a unas buenas escenas de acción, esta comedia acerca de dos chicas convertidas en espías logra salir a flote.
Dirección: Susanna Fogel
Mila Kunis, Sam Heughan, Kate McKinnon
Mi ex es un espía es una comedia de acción que va en la línea de cintas como Una espía despistada o Chicas armadas y peligrosas, en la que una pareja de mujeres se enfrenta a maleantes y terroristas en situaciones hilarantes y disparatadas.
Mila Kunis (El club de las madres rebeldes) y Kate McKinnon (Cazafantasmas) interpretan a la pareja, que esta vez está conformada por Audrey y Morgan, dos amigas que descubren que Drew, el novio de Audrey (Justin Theroux) es en realidad un espía. Eso lleva a que las amigas, sin ninguna experiencia, tengan que convertirse de la noche a la mañana en unas expertas en traiciones, atentados y persecuciones, con sus correspondientes efectos cómicos.
La directora Susanna Fogel (Life Partners) se esfuerza por que esta película llena de clichés sea entretenida y refrescante, y lo logra apoyándose en la química que se da entre sus protagonistas, en uno que otro apunte gracioso y en la confección de unas impresionantes secuencias de acción.
También ayuda mucho el carisma proyectado por el actor escocés Sam Heughan (de la serie de televisión Outlander), quien interpreta al agente Sebastian, un galán que se va a encargar de proteger a Audrey y Morgan de los peligros que las rodean como el encarnado por Nadedja, una gimnasta y modelo anoréxica y psicópata (Ivanna Sakhno).
Si usted está en busca de entretenimiento ligero y quiere desconectar su cerebro por hora y media, recomendamos una bebida bien azucarada y unas palomitas llenas de mantequilla para acompañar esta película y hacer que la experiencia de verla sea de una alta intensidad. Quedan advertidos.