La secuela de la adaptación cinematográfica de una serie de culto de los 80, es un producto ultraviolento que incluye la estupenda interpretación de uno de los mejores actores de todos los tiempos.
Dirección: Antoine Fuqua
Denzel Washington, Pedro Pascal, Ashton Sanders, Bill Pullman, Melissa Leo
The Equalizer (conocida en español como El justiciero) fue una serie de televisión de 88 episodios que se emitieron entre los años 1985 y 1989. Su protagonista fue el fallecido actor y cantante Edward Woodward, quien interpretaba a Robert McCall, un letal ex agente de la inteligencia británica, que usaba sus habilidades para ayudar a las personas del común cuando estos le pedían ayuda al contestar unos avisos clasificados. Esta serie gozaba de elegancia e inteligencia, una estupenda banda sonora a cargo de Stewart Copeland, y unas secuencias de acción que en su época fueron criticadas por su alta carga de violencia.
Veinticinco años después de su cancelación, llega a la pantalla grande la adaptación cinematográfica, con Denzel Washington interpretando al misterioso y estoico McCall. Los seguidores de la serie no se inmutaron con ver a un actor afroamericano utilizando un apellido escocés. Lo cierto es que Washington, ciertamente uno de los mejores actores en la historia del cine, le imprimió al personaje mucha clase, al igual que una potencia desmedida, que convirtió a esta película en toda una joya del género de acción.
Antoine Fuqua, el director de la primera parte (y quien supo sacar lo mejor de Washington en ese clásico del cine policíaco llamado titulado Día de entrenamiento), regresa para asumir la esperada secuela. El resultado es ligeramente inferior al de su predecesora, pero eso no quiere decir que The Equalizer 2 sea una mala película.
Con 63 años de edad, Washington es el alma de esta cinta hiperviolenta. Cada diálogo, cada gesto, cada mirada, nos convence de su fortaleza y habilidad. Eso hace que dejemos de lado lo previsible de la historia (McCall busca vengar la muerte de su mejor amiga y descubre que un amigo del pasado está detrás de su muerte), para enfocarnos en una interpretación memorable que va más allá de lo que la película es en realidad.
El acto final, que incluye un duelo a muerte al mejor estilo de un western clásico (Fuqua dirigió también ese maravilloso remake de Los siete magníficos), no es tímido en el uso de la violencia, lo que lleva a pensar que McCall es tan cruel o más que los enemigos que ajusticia. Pero tal acusación incluiría a otros justicieros del cine como Harry El Sucio, Paul Kersey de Vengador Anónimo, John Wick y, por supuesto, a The Punisher.
Lo mejor es entregarse a la inyección de testosterona y disfrutar a The Equalizer 2 como lo que es: una buena cinta de acción con un protagonista de lujo.