Una divertida comedia romántica que sigue con rigurosidad las reglas del género, salvo la inclusión de un estupendo elenco de origen asiático.
Dirección: Jon M. Chu
Peter Chairelli, Constance Wu, Michelle Yeoh, Awkwafina
Desde que el director Wayne Wang presentara en 1993 El club de la buena estrella, la maravillosa adaptación cinematográfica de la novela de Amy Tan, no se había producido una película norteamericana con un elenco en su totalidad procedente de Asia. En esta ocasión, Jon M. Chu (autor de secuelas de dudosa calidad como Step up 2 y 3, G.I. Joe: El Contraataque y Los ilusionistas 2), nos ofrece la adaptación del primero de los tres libros escritos por Kevin Kwan, acerca de la vida de la gente millonaria de su patria Singapur, titulado Crazy Rich Asians.
El resultado es la mejor película hasta la fecha en la carrera de este director que llevaba años hundido en la mediocridad. Gracias al sentido del humor, el carisma de su elenco y el amor puesto en el proyecto, esta película romántica de estructura tradicional (con todo y declaración en el aeropuerto) logra ir más allá de lo acostumbrado con este tipo de películas.
Los protagonistas de esta historia llena de glamour y color son Rachel (Constance Wu), una joven y hermosa profesora de economía de la Universidad de Nueva York, quien mantiene una relación con Nick (Henry Golding), un hombre apuesto y juvenil perdidamente enamorado de su pareja. Cuando Nick invita a Rachel a Singapur para asistir a la boda de su mejor amigo, ella se enterará de que la familia de su novio es una de las más ricas de ese país y de que Eleanor, la conservadora madre de Nick (Michelle Yeoh), no ve con buenos ojos la relación de su hijo con una mujer hija de madre soltera y educada desde pequeña en los Estados Unidos, lejos de las tradiciones asiáticas.
Para animar la historia de telenovela, llega Goh Peik Lin, la mejor amiga de Rachel, quien ahora vive en Singapur y que junto con su excéntrica familia, va a ayudar a la joven a defenderse de la familia de Nick y de las personas que no soportan que una recién llegada se lleve al hombre más codiciado de Asia. La rapera y actriz Awkwafina (Ocean’s 8) es el alma de esta película, gracias a su peculiar manera de vestir y a un gran talento para la comedia.
Tampoco podemos dejar de lado a Michelle Yeoh. La estrella de El tigre y el dragón logra construir un personaje sensible y humano que intenta alejarse del estereotipo impuesto por la historia. Asimismo, Constance Wu nos brinda un personaje empoderado, carismático y con mucha personalidad.
Es una lástima que los problemas de fotografía y edición estropeen la suntuosa dirección de arte y un vestuario más que apropiados para una historia de amor ambientada en el interior de la crema y nata de la élite de Singapur. Al público masivo estos problemas formales poco le importarán, puesto que lo que busca esta cinta es divertir y volver a contar el mismo cuento de hadas con bodas y escenarios de ensueño, solo que esta vez el príncipe y la princesa viven en la actualidad y no son de origen europeo o norteamericano.