¡Cuiden a sus niños! Los Muppets se vuelven escatológicos, vulgares y sexuados en una película noir dirigida por el hijo de Jim Henson.
Dirección: Brian Henson
Melissa McCarthy, Elizabeth Banks, Maya Rudolph, Bill Barretta
En 1989, el australiano Peter Jackson, antes de convertirse en el director de la legendaria trilogía de El señor de los anillos, asumió las riendas de Meet the Feebles, un delirante vistazo detrás de bambalinas, a un show de variedades protagonizado por títeres e inspirado en El show de los muppets. Aquí, el director tomó a unos personajes procedentes del mundo infantil (animalitos antropomórficos en apariencia tiernos y bonitos) y los internó en un mundo de adulterio, adicción a las drogas, pornografía, asesinatos, extorsión y venganza. La controversia y las madres escandalizadas no se hicieron esperar.
En el 2004, la dupla conformada por Trey Parker y Matt Stone, artífices de la legendaria serie animada South Park, se burlaron de las cintas de acción de alto presupuesto al estilo de las producciones de Michael Bay, con Team America: World Police, utilizando para su sátira patriotera unas marionetas inspiradas en las series de Gerry Anderson como Thunderbirds, Fireball XL5, Stingray o Captain Scarlet. Aquí, las marionetas tenían sexo, mataban indiscriminadamente y escupían palabras de grueso calibre. Obviamente, las madres volvieron a poner el grito en el cielo.
Ahora, luego de que MTV nos hiciera reír con los programas de títeres para adultos Crank Callers y Fur TV (así como con la sátira lisérgica inspirada en Plaza Sésamo llamada Wonder Showzen), Brian Henson, el hijo de Jim Henson (el genio detrás de los Muppets), conforma una productora que busca usar a los títeres de su padre para hacer comedias para adultos. Esta idea, muy poco original, por cierto, tiene su punto de partida con ¿Quién mató a los puppets?, un largometraje para adultos que mezcla títeres con actores reales y que calca la estructura de comedia noir del clásico de Robert Zemeckis ¿Quién mató a Roger Rabbit?, pero con la vulgaridad, escatología y sexo explícito de Meet the Feebles.
La cinta está ambientada en un mundo donde los humanos y los títeres conviven en la gran ciudad y gira en torno a un ex policía y ahora detective privado llamado Phil Phillips (un títere con la voz y el manejo de Bill Barretta, creador de Muppets como Pepe el camarón, el cantante Johnny Fiama y el oso Bobo). Phil, como todo heredero de Humphrey Bogart, es un fumador empedernido, con una fiel secretaria llamada Bubbles (Maya Rudolph como siempre, excelente), y Sandra, una dama en peligro hipersexuada que acude en su ayuda (un títere con la voz y el manejo de Dorien Davies).
Al mismo tiempo, Phil se une a Connie Edwards, su ex compañera en la policía (Melissa McCarthy), para resolver el caso de un asesino en serie que está acabando de una manera violenta a cada uno de los miembros de The Happytime Gang, un programa de televisión muy popular en los años 80. Sobra decir que el elenco del programa está conformado por títeres ahora fracasados y drogadictos, por el hermano de Phil (una de las primeras víctimas) y por una humana llamada Jenny (Elizabeth Banks), antigua novia de Phil y quien ahora trabaja como bailarina exótica en un bar de mala muerte.
La cinta de Brian Henson es absolutamente predecible y carece de la inteligencia y el sentido del humor de su padre. Sin embargo, ver a los títeres en situaciones sexuales explícitas, en tiroteos y masacres y consumiendo azúcar como si fuera heroína, es algo sumamente divertido.
Lo cierto es que esta película llega tarde (ya muchos han utilizado los dibujos animados y los títeres y marionetas para hacer comedia ramplona) y desafortunadamente, llega también en un momento donde el conservadurismo y lo políticamente correcto ha convertido a las películas de este tipo en algo ofensivo. A esto se le suma la falta de comentario social que bien pudo haber sido incluido y al exceso de chistes tontos y descerebrados que parecen escritos por un niño de 13 años obsesionado por los fluidos corporales y por la pornografía.
Pero tampoco es “la peor película de la década” como algunos críticos la están atacando. ¿Quién mató a los Puppets? es una cinta tonta, eso sí, pero que logra hacernos reír si se entra en contacto con el adolescente interior que todos llevamos en nuestro corazón…o más abajo.