Los verdaderos fanáticos de Queen quedarán más que agradecidos con la proyección de unos de sus primeros conciertos.
Dirección: Tom Corcoran, Simon Lupton, Rhys Thomas
Como preámbulo a Bohemian Rhapsody, el esperado biopic sobre Freddie Mercury, se presenta en salas de cine uno de los primeros conciertos de la banda Queen, llevado a cabo el 25 de diciembre de 1975 en el Hammersmith Odeon de Londres, y que fuera emitido por televisión en un programa especial de Navidad auspiciado por la BBC.
En ese año, Queen acababa de publicar su cuarto álbum A Night At The Opera, el cual se convertiría en todo un éxito masivo. El concierto llevado al cine incluye un mini-documental dirigido por Simon Lupton y Rhys Thomas y con entrevistas a cargo de Bob Harris, en donde los miembros de la banda nos cuentan sobre sus inicios y sobre las características que llevaron a Queen a convertirse en una de las bandas de rock más importantes de todos los tiempos. También se nos revela como la pieza Bohemian Rhapsody (quizás el sencillo más popular de Queen), fue producto de un complejo proceso que llevó a que se grabara por partes y que casi no sale a la luz debido a lo extraño de la pieza, la cual no encajaba con los formatos radiales y con los paradigmas del rock. Es así que cuando se interpretó en vivo por primera vez (en este concierto), se omite la parte operística y se reemplaza con el tema Killer Queen.
Sobre el concierto, dirigido por Tom Corcoran (parte fundamental del mítico programa de televisión The Old Grey Whistle Test), vale la pena decir que está dirigido especialmente a los verdaderos fanáticos de Queen y no al aficionado que descubrió a Bohemian Rhapsody en la película Wayne’s World, esto debido a que la mayoría del repertorio está conformado por deep cuts y no por los éxitos de la banda (Ogre Battle, White Queen, Brighton Rock, Liar, In The Lap Of The Gods son algunos de los temas interpretados). Aquí se podrá apreciar como los orígenes de Queen se caracterizan por un rock duro, más cercano al de Deep Purple, Led Zeppelin y Black Sabbath, que al sonido pop que asumió el cuarteto en la década de los ochenta.
La inigualable voz de Mercury se encuentra aquí en uno de sus puntos más álgidos, plena de energía y juventud; la complejidad de la guitarra de May se puede apreciar en sus solos; la fuerza de la batería de Roger Taylor está más que presente; y el bajo del infravalorado John Deacon (uno de los grandes bajistas del rock) está en su punto.
Queen: Una noche en Bohemia es todo un regalo para sus seguidores y ver este concierto en pantalla gigante y con un sonido envolvente, es una experiencia casi surrealista que el verdadero fanático agradecerá. Es una lástima que no vendan whiskey en las confiterías de los teatros.