La tradición del cine polaco continúa con un director cuyos planos destellan hermosura y significado.
El polaco Pawel Pawlikowski, graduado en filosofía y con postgrado en literatura alemana de la Universidad de Oxford, comenzó como un realizador de documentales para la televisión británica firmando como «Paul Pawlikowski».
Los cuatro excelentes títulos que dirige para la BBC, son De Moscú a Petushkí: Un viaje con Venedikt Eroféiev (1990), en donde se visitan las locaciones de la novela rusa Moscú-Petushkí de Venedikt Eroféiev, escrita en 1968 y considerada como obra maestra desde su publicación en 1973; Los Viajes de Dostoeivski (1991), acerca del bisnieto del afamado autor, quien conduce un tranvía en la Rusia de la Perestroika y quien se aprovecha de su apellido para realizar recorridos por las capitales de Europa; Épicos de Serbia (1992), ambientado en Bosnia y donde se reflexiona sobre el poder de la imagen y el absurdo de la guerra; y Twockers (1998), un docudrama sobre ladrones de autos adolescentes. Estas cuatro obras tienen en común en que muestran con un estilo influenciado por el Cinema Verité, diferentes aspectos de la Europa oriental y central de finales del siglo XX.
Sus primeros largometrajes muestran un gran interés por el realismo social, como es el caso de The Stringer (1998), cinta acerca de un soñador llamado Vadik, quien pasa su vida vagando por Moscú con una cámara de video, con la que graba imágenes que él considera le pueden interesar a las agencias de prensa extranjeras. The Stringer es también una amarga historia de amor entre Vadik y Helen (una bella ejecutiva británica) y cómo la relación se ve afectada por las fuertes diferencias culturales y económicas.
Last Resort (2000), su segunda película con tintes autobiográficos, coloca a Pawlikowski en el escenario internacional obteniendo múltiples elogios por parte de la crítica, distinciones en los festivales de Toronto y Sundance, y un premio Bafta como “el realizador más prometedor del cine británico”. La cinta cuenta la historia de Tanya, una joven mujer que junto con su joven hijo llamado Artyom, abandona Moscú para viajar a Londres y visitar a su prometido, el cual, al no cumplir con el encuentro, lleva a Tanya a pedir asilo político, quedando atrapada en un laberinto legal sazonado de desamor y soledad.
Cuatro años después, Pawlikowski regresa al cine con Summer of Love, cinta que obtiene el premio Alexander Korda al mejor film en los Premios Bafta. Ambientada en el escenario rural de Yorkshire, narra la historia de Tasmin (interpretada por Emily Blunt), una joven de comportamiento delicado y educado, quien entabla una intensa relación lésbica con la ruda, pero inteligente Mona (Natalie Press), durante el trascurso de un verano.
La Mujer del Quinto (2011), basada en la novela de Douglas Kennedy, es una cinta de romance y suspenso protagonizada por Ethan Hawke y Kristin Scott-Thomas, acerca de Tom Ricks, un profesor universitario quien luego de un escándalo que le cuesta su trabajo y la relación con su esposa e hijo, viaja a París y allí conoce a Margit, una misteriosa viuda que puede estar relacionada con una serie de asesinatos.
Ida (2013) es una obra maestra ganadora del Oscar y del Bafta como Mejor Película de Habla Extranjera, que, con una fotografía en blanco y negro preciosista, narra una historia ambientada en la Polonia de los años sesenta y protagonizada por una joven novicia llamada Anna (interpretada por Agata Trzebuchowska, una chica sin experiencia actoral previa). Antes de tomar sus votos, Anna (su nombre verdadero es Ida), es obligada para que visite a Wanda, su tía y única pariente viva. Juntas emprenderán un viaje en el que se revelará un pasado familiar que la joven novicia Ignora. Ida es la primera película del director rodada en su país e idioma natal y encapsula una gran belleza y un desarrollo dramático absorbente. Habla con elocuencia sobre la naturaleza de la fe, la identidad y los secretos que se esconden tras las relaciones familiares. Es una cinta meditativa de ritmo pausado pero apasionante y con una atención al detalle que se evidencia en cada uno de sus planos.
Pawlikowski, quien abandonó a Varsovia, su ciudad natal a los catorce años, creció viendo las películas clásicas de su país dirigidas por Andrzej Wadja, Andrzej Munk y del joven Roman Polanski. Luego descubre a Milos Forman y a Jean-Luc Godard (Vivir Su Vida es una de sus películas favoritas). Su cine argumental (el cual se entrega en medio de considerables lapsos de tiempo), refleja una tendencia hacia la ambigüedad, la estilización y la depuración. Pawlikowski acostumbra darles forma a sus películas sobre la marcha. Alguna vez, un miembro de una productora polaca le dijo que él escribía la película con la cámara. Y es que este director utiliza sus guiones como una especie de borradores que le sirven de mapa para estructurar sus películas. De ahí lo orgánico de su trabajo.
Guerra Fría (2018) es la última película de Pawlikowski hasta la fecha y es una historia acerca de dos personas (sus padres) que se enamoran en el escenario de la guerra fría de los años cincuenta. Con esta cinta, Pawlikowski obtuvo el premio al Mejor Director en el Festival de Cannes.