John Wick Chapter 3: Parabellum (2019)

Prepárese para una mega explosión de testosterona que dejará a los amantes del género de acción más que satisfechos.

Dirección: Chad Stahelski

Keanu Reeves, Halle Berry, Ian McShane, Laurence Fishburne, Anjelica Huston, Mark Dacascos

Lo que comenzó como una premisa absurda (un hombre busca venganza por la muerte de su perrito) terminó convirtiéndose en todo un hito del cine de acción. La trilogía de John Wick es dinamita pura y su más reciente entrega no decepciona.

Parabellum traduce del latín “prepárate para la guerra”, y eso es precisamente lo que el espectador debe hacer antes de entrar en esta mega explosión de testosterona protagonizada por Keanu Reeves, cuya carrera vuelve a tomar un buen camino, luego de la desastrosa cinta de ciencia ficción llamada Réplicas.

El tercer capítulo acerca de un super asesino imparable, comienza en el punto donde quedó su predecesora (todavía la mejor de la saga). Wick, miembro de una inmensa red de crimen organizado, desobedeció las estrictas reglas que gobiernan al bajo mundo y se ha convertido en un ex comunicado. Ahora, se le ha puesto un precio a su cabeza y los asesinos más hábiles de diversas partes del mundo buscan a Wick para cobrar la recompensa. Piense en este tercer capítulo como la traducción literal de la premisa “uno contra el mundo”.

Wick quiere sobrevivir solamente para que alguien recuerde a su difunta esposa y con eso basta para que se aferre a la vida con todo lo que tiene. Eso significa que por más de dos horas veremos a este hombre disparar, golpear, patear y utilizar cualquier objeto que tenga a su alcance (eso incluye libros) para eliminar a sus enemigos.

Pero Wick no está solo del todo. Este busca apoyo de dos mujeres fatales y ellas lo ayudan a regañadientes. Estas son la “Directora” (interpretada por la gran Anjelica Huston), una amante del ballet y figura importante dentro de la mafia rusa; y Sofía (una estupenda Halle Berry) quien le debe a Wick la vida de su hija.

Los personajes recurrentes de la saga siguen presentes en esta entrega, como lo son Winston, el sofisticado gerente del hotel para criminales (Ian McShane); su fiel asistente Charon (Lance Reddick); y el rey de los mendigos (Laurence Fishburne). Los tres se debaten en ayudar a Wick o dejarlo morir, ya que apoyarlo significa que las grandes cabezas del mundo criminal tomarán cartas en el asunto. Y esto nos lleva a los fantásticos villanos como lo son la fría “Mediadora” (Asia Kate Dillon) y Zero, un asesino letal al nivel de John Wick, encarnado con un inmenso carisma y sentido del humor, por el ya veterano actor del cine de acción Mark Dacascos.   

Desde la época dorada de John Woo, el director de los clásicos The Killer, Hard Boiled y A Better Tomorrow, no se habían visto en la pantalla grande unos ballets de sangre tan impresionantes como los que se confeccionaron para esta cinta. Aunque John Wick también le debe mucho al cine de Gareth Evans (el autor de esas maravillosas cintas de acción conocidas como The Raid 1 y 2), lo que no tiene discusión es que esta trilogía se encuentra en el mismo nivel.

Chad Stahelski, el director de las tres películas y quien fuera el doble de acción para Keanu Reeves en The Matrix, logra unas secuencias de acción legendarias (los espectadores quedarán con la boca abierta viendo a Reeves, a Halle Berry y a dos furiosos pastores alemanes, enfrentándose a un grupo de expertos asesinos). Al igual que el musical, el cine de acción se apoya en sus coreografías. John Wick 3: Parabellum es el equivalente de un Cantando bajo la lluvia en términos de lo increíbles que son sus puestas en escena.

El enfrentamiento entre Zero, dos de sus secuaces (interpretados por los actores de The Raid Cecep Arif Rahman y Yayan Ruhian) y John Wick, es el clímax apropiado para una película que no deja respirar de principio a fin. Queda claro al final que vamos a tener una cuarta parte de esta serie. Si las próximas entregas de John Wick se mantienen al nivel de esta trilogía, se justifica con creces que se sigan realizando. Esto es cine de acción de altísima categoría.