Un colombiano dirige a la Orquesta Sinfónica de Viena para interpretar la Novena Sinfonía de Beethoven y el resultado es sublime.
Andrés Orozco-Estrada es un antioqueño de 41 años de edad que es considerado en la actualidad como uno de los directores de orquesta más destacados de su generación. El amor, la energía y la pasión que le pone a su trabajo son tan intensos, que nos recuerda a esas caricaturas de Bugs Bunny en las que el conejo de la suerte toma la batuta.
Orozco-Estrada ha trabajado con la Orquesta Filarmónica de Berlín, la Orquesta Sinfónica de Chicago, la Orquesta de Filadelfia y la Orquesta Nacional de Francia, entre otras, además de haber sido el director titular de la Orquesta Sinfónica de Houston y de la Orquesta de la Radio de Frankfurt.
A partir del próximo año, este colombiano asumirá la dirección de la prestigiosa Orquesta Sinfónica de Viena, en donde trabajaron figuras como el legendario Herbert Von Karajan, siendo el director número dieciséis de su historia y el primero de origen no europeo en asumir el cargo.
Como un abrebocas, llega a las pantallas de cine la interpretación de la Novena Sinfonía de Beethoven, llevada a cabo en la emblemática Gran Sala del Wiener Konzerthaus. Junto a Orozco-Estrada, se encuentra el coro de la Wiener Singakademie y cuatro solistas de primera categoría: Regula Mühlemann (soprano), Dorottya Láng (Mezzosoprano), Steve Davislim (tenor) y Florian Boesch (barítono).
El resultado, como se podrá apreciar, es de una gran precisión, de una delicada sutileza y de una entrega total por parte de su director. La obra inmortal de Beethoven (que incluye el popular Himno a la Alegría), se presenta aquí en su máximo esplendor, y le pondrá la piel de gallina tanto a los amantes del compositor, como a aquellos que se aproximan por primera vez a una obra musical que condensa el éxtasis producido por la música clásica.
