Cinco actores brillan en un drama acerca de cómo las relaciones familiares se afectan cuando uno de los miembros se enferma.
Dirección: Elizabeth Chomko
Michael Shannon, Hilary Swank, Robert Forster, Blythe Danner, Taissa Farmiga
La actriz Elizabeth Chomko debuta como directora, con un estupendo drama titulado Lo que fuimos, acerca de una familia que se enfrenta al Mal de Alzheimer.
Este trabajo, también escrito por Chomko, va más allá de lo que nos ofrecen este tipo de películas gracias, en gran parte, a cinco actores y sus maravillosas interpretaciones.
Blythe Danner (la madre de la actriz Gwyneth Paltrow), encarna a Ruth, una mujer que trabajó toda su vida como enfermera y que empieza a mostrar los síntomas prototípicos de la enfermedad. Ruth es la esposa de Bert (Robert Forster), un exmilitar que no quiere aceptar que la persona con la que ha vivido gran parte de su vida, ya no es la misma. Nick, el hijo mayor y dueño de un bar (Michael Shannon) considera que es hora de que su madre sea institucionalizada. Bridget, la hermana mayor que vive en Los Ángeles con su esposo y con Emma, su hija adolescente (Taissa Farmiga), se enfrenta no solo al problema de sus padres, sino a una crisis de pareja y a una hija que no quiere seguir estudiando en la universidad.
Lo que fuimos es una cinta que está a la par con Siempre Alice y Lejos de ella, otros dos excelentes dramas que abordan los efectos del Mal de Alzheimer en quien lo sufre y en sus allegados. Chomko (una mujer con formación teatral), logra equilibrar los momentos de comedia y drama de una manera orgánica y expone los conflictos familiares con mucha delicadeza, sin caer en exageraciones o en momentos melodramáticos. Sus cinco actores principales logran exponer sus conflictos personales, así como sus problemas como miembros de una estructura familiar, de una manera aguda y contundente.
Esta es una película de una gran potencia a la hora de comunicar sus mensajes y de una gran ternura, a la hora de explorar la humanidad de sus personajes. La película de Chomko trae a la memoria aquellas películas observacionales, emocionales y actuadas con sutileza, realizadas en la Norteamérica de los años sesenta y setenta (el mejor período para el cine estadounidense) y dirigidas por humanistas como lo fueron John Cassavetes, Hal Ashby o Bob Rafelson. Necesitamos más películas así.