Pennywise, el payaso demoníaco, vuelve a aterrarnos en una efectiva secuela, basada en la segunda mitad de la popular novela escrita por Stephen King.
Director: Andy Muschietti
Bill Skarsgård, James McAvoy, Jessica Chastain, Bill Hader, Isaiah Mustafa, Jay Ryan, James Ransone
La frase que afirma que las segundas partes nunca son buenas, se desmiente gracias a este estupendo capítulo dos, que adapta la otra mitad de It, la exitosa novela de Stephen King publicada en 1986, en la que el eje central es un payaso demoníaco conocido como Pennywise.
En 1990, la miniserie televisiva transmitida en 1990, causó en mucho de los televidentes lo que los psicólogos denominan como “coulrofobia”, que es el miedo a los payasos. Gran parte de ese temor por las personas maquilladas que gustan de los niños, tuvo que ver con Tim Curry, actor que encarnó a Pennywise con toda la extravagancia y exceso necesario para convertir al personaje en todo un icono de la cultura popular y en el mayor enemigo de Ronny, la mascota de McDonald’s.
Contra todos los pronósticos, la adaptación cinematográfica realizada 27 años después, fue todo un éxito tanto crítico como comercial. La razón de su triunfo radicó en la experta dirección del argentino Andy Muschietti (autor de la cinta Mamá); en una astuta amalgama nostálgica de cintas como Stand By Me (basada en otra novela de King), The Goonies (la cinta de Richard Donner que se niega a morir), A Nightmare on Elm Street (acerca de un abusador de niños sobrenatural) y The Breakfast Club (el clásico para adolescentes del fallecido John Hughes); pero también en el aterrador retrato de Pennywise que logró confeccionar el actor Bill Skarsgård.
Ahora queda la cuestión de qué fue primero: ¿It o Stranger Things? Porque, francamente, las similitudes entre los dos productos retro-ochenteros saltan a la vista (incluso Finn Wolfhard, uno de los miembros del elenco de la popular serie de Netflix, protagonizó el primer capítulo de It).
El capítulo dos, dirigido también por Muschietti y desarrollado veintisiete años después de los sucesos ocurridos en la primera parte, abandona a los niños que conformaban “El club de los perdedores” para convertirlo en un grupo de adultos. Es así que los personajes arquetípicos del noble líder, el bufón, el miedoso, el gordito de buen corazón, la niña resiliente, el judío neurótico y el afroamericano estoico ahora son interpretados por los actores James McAvoy, Bill Hader, Andy Bean, Jay Ryan, Jessica Chastain, James Ransone e Isaiah Mustafa.
Los que extrañen a los niños de la primera cinta, deben saber que aquí van a aparecer en múltiples flashbacks. Pero lo que realmente hace que funcione esta segunda parte, es la gran química entre sus actores, la atención de Muschietti y del guionista Gary Dauberman en la construcción de los personajes (no por nada la cinta dura dos horas y cuarenta y nueve minutos), y en unos momentos genuinamente aterradores, los cuales, en su mayoría, son protagonizados por esa perturbadora versión de Pennywise encarnada por Skarsgård, que va más allá del maquillaje y los efectos especiales.
Los eventos y los giros sorpresivos de la cinta es mejor no revelarlos. Lo que sí se puede decir, es que de todos los actores que interpretan a los miembros del “club de los perdedores”, quien se roba el show es Bill Hader. La versión adulta de Richie Tozier, el bufón que no puede salir del clóset, es el alma y la humanidad de la cinta, gracias al carisma del ex alumno de Saturday Night Live y el protagonista de esa estupenda serie de HBO conocida como Barry.
Si todas las películas de terror se acercaran a lo logrado con It, sería probable que el género obtuviera una dignidad y un respeto mayor al que se merece, debido a la inmensa cantidad de producto mediocre que inunda las salas de cine. It es grande en todo sentido.
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