Los que saben poco o nada sobre los Beastie Boys, quedarán enganchados y fascinados con este documental sobre su vida. Quienes fuimos sus seguidores y fanáticos incondicionales, recordaremos con alegría y nostalgia su inmenso talento, su descomunal fuerza creativa y su huella indeleble en la historia del Hip Hop.
Director: Spike Jonze
Para aquellos niños telelocos, melómanos y cineenfermos que fuimos en la década de los años setenta (pegados a las emisoras de AM y a los televisores de blanco y negro); para luego crecer como adolescentes rechazados y excéntricos en la década de los ochenta (adictos a MTV y al cine de acción, terror y ciencia ficción, así como a los primeros juegos de vídeo); es muy probable que los Beastie Boys representen la agrupación más “cool” que haya existido sobre el planeta Tierra.
En sus inicios, los neoyorquinos Mike D (Michael Diamond), Ad-Rock (Adam Horowitz) y Adam Yauch (MCA), hicieron parte de la escena Punk y Hardcore de finales de los años setenta (una especie de fusión entre Black Flag, The Misfits y Bad Brains, con el sentido del humor y la autoparodia de Devo), para luego convertirse en los años ochenta en los cimientos de color blanco de la naciente escena del Hip Hop, junto a sus colegas y compañeros afroamericanos Run-D.M.C., Kurtis Blow, LL Cool J y los Fat Boys, entre otros.
Gracias a su primer álbum Licensed To Ill (uno de los debuts más impresionantes de todos los tiempos), los Beastie Boys encarnaron a esos chicos populares de los colegios y universidades que solo piensan en fiesta, alcohol y sexo. Pero la verdadera “revancha de los Nerds” consistió en que, con el paso del tiempo, Mike D, Ad-Rock y MCA se revelaron como unos geeks que odiaban y envidiaban por partes iguales a esos chicos a quienes imitaron. Fue en ese momento cuando los Beastie Boys se convirtieron en unos artistas realmente interesantes.
Spike Jonze, el director de las celebradas cintas Being John Malkovich, Adaptation y Her, el autor de esa obra maestra del videoclip titulada Sabotage, amigo personal del trío y colega cercano de Nathanial Hörnblower (autor suizo quien asumió el control creativo de la mayor parte de los vídeos musicales del trío y que en realidad era Yauch con un bigote falso y un ridículo traje tirolés), es la persona encargada de realizar este estupendo documental sobre la historia de los Beastie.
Como todo con los Beastie, esta película biográfica no es el típico Rockumental al que estamos acostumbrados (ya antes el trío había realizado una singular película en concierto titulada Awesome, I Fuckin’ Shot That!, donde le dieron a varios espectadores cámaras para filmar el evento; además de esto, los Beastie tienen su excelente videografía recopilada en un DVD que hace parte de la prestigiosa colección Criterion, junto a cintas de Fellini, Bergman y Kurosawa).
Jonze y los dos miembros sobrevivientes (Adam Yauch falleció víctima del cáncer en el 2012), decidieron filmar “La historia de los Beastie Boys” en vivo, frente a un auditorio conformado por amigos y fanáticos, idea que surgió de la publicación de su libro autobiográfico del 2018 y que luego se pensó como una presentación teatral, la cual se llevó a cabo en varias ocasiones. Con su acostumbrado sentido del humor (el atractivo esencial de los Beastie), Mike D y Ad-Rock nos cuentan montados en el escenario y sin ningún tipo de autocensura, sobre sus inicios, sus errores, sus defectos, sus cualidades, sus triunfos y, especialmente, sobre la gran amistad que existió entre los tres, factor que, según ellos, fue la clave de su éxito, sin demeritar su enorme creatividad y talento.
El ambiente relajado e íntimo, la sinceridad de Diamond y Horowitz y la música impresionante que fusiona Punk, Metal, Rap y Funk y que hace parte de sus legendarios álbumes Licensed To Ill, Paul’s Boutique, Check Your Head, Ill Communication y Hello Nasty (curiosamente, los excelentes To The Five Boroughs y Hot Sauce Committee Part Two quedaron por fuera), hacen que la audiencia se sienta como un miembro más de los Beastie. Es imposible lograr un encuentro más cercano entre un artista y su público.
Cuando en alguna ocasión, un periodista confrontó a Ad-Rock sobre la misoginia inherente en la letra de su canción Girls (originalmente pensada como una parodia), este respondió: “prefiero ser un hipócrita a ser la misma persona durante toda mi vida”. Es probable que los Beastie Boys ya no tengan lugar en el escenario musical actual tan falto de frescura e irreverencia, pero su música, humor, constante evolución musical y falta de temor al experimentar (algo que solo puede compararse a la carrera de los Beatles), hacen que este trío haya conformado toda una leyenda, necesaria de revisar.
P.D.: No se pierdan unas escenas muy divertidas y reveladoras después de los créditos.
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