The Suicide Squad (Escuadrón Suicida 2) (2021)

James Gunn abandona momentáneamente a sus Guardianes de la Galaxia del Universo Marvel, para ingresar al universo de películas de DC, y el resultado es potente, deslumbrante y apoteósico.

Director: James Gunn

Idris Elba, Margot Robbie, John Cena, Sylvester Stallone, Joel Kinnaman, Viola Davis, Daniela Melchior, David Dastmalchian

Hace mucho tiempo (8 años atrás), en una sala de cine muy, muy lejana, se dio inicio al universo extendido e interconectado de películas basadas en los cómics de DC (DCU, para ser más breves), con una cinta llamada Hombre de Acero. El resultado fue tibio: Fue una película superior a Superman Regresa, pero inferior a la obra maestra de 1978 protagonizada por el gran Christopher Reeve. Luego llegaría Batman V Superman: El amanecer de la justicia, una película ambiciosa y de ritmo irregular, que fue vapuleada injustamente por el público (se recomienda ver la versión extendida, la cual es mucho mejor que la versión para cines).

Pero el sueño de llevar a los superhéroes de DC al cine se frenó en seco con una desastrosa adaptación de los cómics de El Escuadrón Suicida, una cinta que, la verdad sea dicha, no llega a los niveles infernales de Catwoman (una de las peores películas de superhéroes de la historia), pero que constituye una terrible decepción. Sin embargo, el público acudió masivamente a verla y el resultado fue un éxito de taquilla.

Desde ese entonces, el DCU ha intentado levantarse con un resultado irregular (no como el universo de películas de Marvel que se mantiene en ascenso y a lo menos, estable). De los triunfos como La Mujer Maravilla o Shazam!, también se encuentran los desastres como Aquaman (una película mediocre injustamente sobrevalorada) y Aves de presa (casi imposible de soportar). Y mejor no hablar de La liga de la justicia, cuya terrible versión original para cine dirigida por Joss Weddon (Avengers), fue convertida hace poco en un producto decente gracias a su director original Zack Snyder, el cual se puede ver en HBO Max.  

Sin embargo, la idea es continuar con este universo de películas (por lo menos hasta llegar a un supuesto final, con la película The Flash). Ahora, cinco años después del sombrío estreno de la primera película de El Escuadrón Suicida, llega a las salas una secuela que nadie estaba esperando (por lo menos nadie con buen gusto cinematográfico).

El encargado de la segunda entrega es nada menos que James Gunn, un chico malo del cine que se inició con unas películas asquerosas (literalmente) para los infames estudios Troma (Tromeo y Julieta, Vengador Tóxico IV), para escalar a unas divertidas y violentas cintas como Criaturas rastreras (la historia de una invasión de babosas asesinas del espacio exterior) y Super (la historia de un demente que se cree superhéroe y golpea a las personas en la cabeza con una llave inglesa).

Sabiamente, los estudios Marvel le dieron la oportunidad a Gunn de hacer su primera película de alto presupuesto. Y del mismo modo como Peter Jackson pasó de hacer películas asquerosas (también literal) clase “Z”, a convertirse en el respetado director de la trilogía del Señor de los anillos, Gunn se consagraría con su Guardianes de la Galaxia (una divertida y emocionante mezcla entre los Avengers y la Star Wars).  

Pero luego vino el escándalo por unos chistes ofensivos publicados por Gunn en Twitter, que provocaron su despedido por parte de Disney. Es así que este “chico malo” fue tentado por Warner para la nueva entrega del Escuadrón y el resultado no pudo haber sido mejor.

La segunda parte de El Escuadrón Suicida (es una secuela, pero al mismo tiempo es una reparación), corrige todos los problemas de su predecesora sin alterar la premisa del cómic inspirado en la película Los doce del patíbulo y en la serie Misión Imposible: Un grupo de supervillanos es reclutado por una mujer despiadada llamada Amanda Weller (la maravillosa Viola Davis repitiendo su papel), para cumplir con unas complicadas misiones en los que no todos saldrán con vida (de ahí el nombre del escuadrón).

La mayoría de los villanos de la primera parte no aparecen aquí (algunos murieron, otros se fueron), con la excepción de Harley Quinn (Margot Robbie en su mejor interpretación como la exnovia del Joker), Captain Boomerang (Jai Courtney) y el coronel Rick Flagg (Joel Kinnaman), la mano derecha de Waller en el campo de batalla. Los nuevos reclutas incluyen, entre otros, a Bloodsport (Idris Elba superando con creces al Deadshot de Will Smith); un villano que mandó al hospital a Superman (algo que sí sucedió en los cómics); Peacemaker (John Cena mucho más efectivo aquí que como el hermano de Toretto en la terrible Rápido y furioso 9), un antihéroe de poca monta que por alguna extraña razón se encuentra encarcelado; Ratcatcher 2 (Daniela Melchior), la hija del difunto supervillano original (Taika Waititi) que tiene el poder de controlar a las ratas; King Shark (con Sylvester Stallone haciendo su versión de Groot para DC), un tiburón antropomórfico tan torpe como feroz; y Polka-Dot Man (David Dastmalchian), un villano que lanza pepitas de colores mortales y que sufre de un grave complejo de Edipo no resuelto (este enemigo de Batman fue llamado alguna vez “el peor supervillano de todos los tiempos”).

La versión de Gunn es hiperviolenta (como debe ser), vulgar, cruda y muy, muy, muy divertida. No hay un solo momento en esta cinta que no valga la pena. Las secuencias de acción son de lo mejor (les recomiendo el intento de rescate a Rick Flagg o la fuga de Harley Quinn, las cuales son verdaderas lecciones magistrales de cómo se debe coreografiar un ballet de sangre y muerte). Y la amenaza a la que se enfrenta el Escuadrón (además de Thinker, un villano degenerado interpretado estupendamente por Peter Capaldi), incluye a crueles dictadores militares suramericanos (un referente a la primera misión del anti equipo en los cómics), y a una amenaza proveniente del espacio exterior que nos recuerda al peligroso Hombre de Masmelo de los Cazafantasmas (una pista: fue el primer supervillano al que se enfrentó La Liga de la Justicia en los cómics).      

Pero el mayor deleite de esta nueva película de El Escuadrón Suicida consiste en ver cómo su director arregla todo lo que estaba podrido en la primera cinta. Gunn volverá a Marvel (sabia decisión) para una tercera entrega de Guardianes de la Galaxia. Ojalá regrese para una nueva entrega del Escuadrón, aunque a los fanáticos de los cómics se nos hace la boca agua por pensar en lo que James Gunn podría lograr con unas adaptaciones cinematográficas de Guy Gardner, Hitman o Lobo. La carne se pone de gallina de solo imaginarlo.

P.D. No se olvide de las dos escenas post créditos.

  

Sobre André Didyme-Dôme 1646 artículos
André Didyme-Dome es psicoterapeuta y periodista. Se desempeña como editor de cine y TV para la revista Rolling Stone en español y es docente universitario; además, es director del cineclub de la librería Casa Tomada y conferencista en Ilustre. Su amor por el cine, la música pop y rock, la televisión y los cómics raya en la locura.

Sé el primero en comentar

Dejar una contestacion

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.


*