El remake de la película francesa Le Convoyeur, goza de tener como director a Guy Ritchie, pero su atmósfera seria y solemne nos hace extrañar al bromista de Lock, Stock & Two Smoking Barrels, Snatch y Rock N Rolla.
Director: Guy Ritchie
Jason Statham, Andy García, Josh Harnett, Scott Eastwood
En el 2004, el actor Jean Dujardin (El artista) protagonizó la cinta de acción Le Convoyeur, en la que un hombre misterioso acepta un trabajo como guardia de seguridad para una empresa transportadora de dinero que ha sido víctima de un robo violento. Ahora, diecisiete años más tarde, el británico Guy Ritchie emprende la tarea de hacer su propia versión de la cinta dirigida por el francés Nicolas Boukhrief.
Justicia implacable (cuyo título original, La ira de un hombre, es mucho más diciente), mantiene intacta la esencia del relato original escrito por el mismo Boukhrief, pero se le añaden las ingeniosas alteraciones temporales características de este hijo bastardo de Tarantino, como también el barroquismo que hace de Ritchie un director original (cuando se lo propone).
Dujardin es reemplazado efectivamente por Jason Statham, quien siempre saca lo mejor de sí cuando colabora con Ritchie (no más miren la potencia de la estrella del cine de acción en las obras maestras del género Lock, Stock & Two Smoking Barrels y Snatch). Pero, a diferencia del humor negro y las historias desquiciadas de las dos cintas anteriores, aquí nos encontramos con una obra barroca inferior (al estilo de Revolver, también protagonizada por Statham), que se afecta por la seriedad y solemnidad del abordaje de la historia sobre robos y venganza.
Aunque Justicia implacable no llega a ser el desastre ridículo que terminó siendo Swept Away, el remake del clásico de Lina Werthmüller, como tampoco el producto vacío y sin alma que significó su versión en acción real de Aladdin para Disney, la cinta no se siente como una auténtica cinta de Ritchie (inclusive sus cintas de alto presupuesto Sherlock Holmes, The Man From U.N.C.L.E. y King Arthur: Legend of the Sword, poseen el sello de su autor). Pero no se equivoquen, esto no implica que sea una mala película. Por el contrario, posee la fuerza y energía de los thrillers británicos de antaño.
Pese a que el protagonista de la nueva cinta de Ritchie comparte la misma nacionalidad de Michael Caine, el protagonista de la inmortal cinta de venganza Get Carter, Statham aquí está más cercano al norteamericano Charles Bronson duro, estoico y de mirada impenetrable de su época francesa con cintas como Adiós al amigo y El pasajero de la lluvia (Statham alguna vez hizo un remake decente de The Mechanic, la cinta de Bronson de 1972). Y esto tampoco tiene nada de malo.
Pese a la falta de humor, la falta de potencia de los actores que rodean a Statham y el poco riesgo formal a la hora de confeccionar las secuencias de acción (algo casi imperdonable en una cinta de Guy Ritchie), Justicia implacable alcanza a satisfacer al público amante de las cintas protagonizadas por hombres rudos y violentos que harán lo que sea para castigar a quienes se metieron con ellos. Esperemos que este director recupere todo su mojo para que en el futuro nos entregue una cinta que nos vuelva hacer exclamar ¡Yeah, Baby! Y no un simple meh…
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