Una precuela que cambia a los zombies por cajas fuertes y que da como resultado mucha diversión y nada más.
Dir. Matthias Schweighöfer
Matthias Schweighöfer, Nathalie Emmanuel, Ruby O. Fee, Stuart Martin, Guz Khan
Zack Snyder es un hombre obsesionado por los zombies y los equipos de superhéroes. Al parecer, su versión de Justice League significó su canto de cisne en cuanto a superhéroes se refiere, pero no en lo relacionado con equipos y muertos vivientes.
Al salir del DCU, Snyder ha creado para Netflix su propio universo interconectado, el cual se inició con El ejército de los muertos, un épico de acción y terror de más de dos horas de duración (a este director le gustan sus películas bien largas) y que ahora continúa con una precuela que deja a los zombies a un lado para enfocarse en las cajas fuertes. Su título es El ejército de los ladrones.
Además de ser una precuela, esta cinta también es un spin-off, ya que es protagonizada por Ludwig Dieter, uno de los miembros secundarios del equipo de la película original. En esta ocasión, Snyder le cede la dirección a Matthias Schweighöfer, el actor que interpreta a Dieter. El resultado es tan entretenido como refrescante.
Quienes ya vieron El ejército de los muertos, sabrán que Ludwig Dieter dista mucho de ser un hombre musculoso y viril como sus contrapartes interpretadas por Dave Bautista y Omari Hardwick. Este es un hombre con un gran talento para abrir cajas fuertes, el cual cultivó desde niño, pero también un sujeto algo torpe, enamoradizo e ingenuo, que trabaja en un lugar que no le gusta y que vive enfrascado en una rutina segura y sin riesgos.
Sebastian Schlencht-Wöhnert (antes de cambiar su nombre a Ludwig Dieter) es reclutado por Gwendoline (Nathalie Emmanuel de Juego de tronos) para ser parte de un gran robo, el cual incluye abrir tres cajas fuertes impenetrables, cuyo diseño está inspirado en la ópera de Wagner El anillo de los nibelungos (existe una cuarta caja, pero esta hace parte de la trama de El ejército de los muertos).
Es así que Sebastian conoce al equipo conformado por Korina Domínguez (encarnada por la actriz alemana Ruby O. Fee de Polar), una experta hacker; Rolph (interpretado por el comediante británico Guz Khan), un experto conductor adicto a los emparedados; Alexis Broschini (Stuart Martin), un bravucón que decidió cambiar su nombre por el de Brad Cage, en honor a dos de sus actores favoritos; y, por supuesto, Gwendoline.
Lo que sigue es una combinación entre The Italian Job, Heat y Ocean’s Eleven, pero que no llega al nivel de ninguna de ellas. Vamos a tener a un policía obsesionado con capturarlos al mejor estilo de Fantomas o Arsenio Lupin, y este es el agente de la Interpol Delacroix (Jonathan Cohen), un hombre que busca venganza porque Brad Cage le disparó en el trasero. Y como si se tratara del Inspector Clouseau, lo acompaña su asistente Beatrix (Noémie Nakai), mucho más inteligente que su compañero.
Los que vimos la película anterior, sabemos que Dieter ha quedado solo y conocemos su destino final. Eso le resta mucho de la sorpresa a El ejército de ladrones. Y la ejecución de los robos tampoco es algo del otro mundo. Lo que salva a esta película es su carismático elenco y su dirección ágil, ligera y sin la “oscuridad” y grandilocuencia exagerada característica del cine de Snyder.
El próximo año se estrenará la serie animada Army of the Dead: Lost Vegas, basada en el universo confeccionado por Snyder, y este, a su vez, ha anunciado una nueva película con el título de El planeta de los muertos. Ambos proyectos prometen ser muy entretenidos, pero nada más. Y es que Snyder siempre está a centímetros de convertirse en Michael Bay.
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