Blacklight (Operación luz negra) (2022)

La cuarta película de acción en menos de un año protagonizada por Liam Neeson, nos hace extrañar al gran actor de La lista de Schindler y Kinsey.

Director: Mark Williams

Elenco: Liam Neeson, Aidan Quinn, Taylor John Smith, Emmy Raver-Lampman

Siguiendo los pasos de Charles Bronson, Bruce Willis y Nicolas Cage, Liam Neeson ha preferido dejar a un lado los retos actorales (La lista de Schindler, Michael Collins, Kinsey, Silencio) para conformarse con una serie de cintas de acción mediocres que no le aportan nada al género ni a su carrera. En menos de un año, Neeson protagonizó tres de esas cintas (El protector, Riesgo bajo cero y Venganza implacable), ahora llega una cuarta bajo el título de Operación luz negra.

Dirigida por Mark Williams (el mismo que asumió las riendas de Venganza implacable), esta película pasada de moda nos presenta a Neeson encarnando al agente especial del FBI Travis Block, quien se especializa es extraer agentes encubiertos que se han metido en líos o que han perdido su estabilidad mental. En la secuencia de acción inicial, vemos como Block rescata a una agente víctima de un grupo de supremacistas blancos, haciendo volar todo a su alrededor, utilizando los elementos que tiene a su alcance. Los amantes del género sabremos que Block volverá a utilizar su talento más adelante.   

Block trabaja para Gabriel Robinson, su amigo y excompañero en la guerra de Vietnam, así como el actual jefe del FBI. Quienes se preguntaban dónde se encontraba el actor Aidan Quinn, encontrarán aquí una respuesta a su inquietud. ¿Es en realidad Robinson un buen amigo y un buen jefe?

El agente está pensando en su próximo retiro, ya que piensa pasar más tiempo con su pequeña nieta y con su hija Amanda (Claire van der Boom), quien se preocupa por el trastorno obsesivo compulsivo de su padre, el cual llevó a que la señora Block abandonara a su familia años atrás, pero que hace de Block un agente tremendamente efectivo.

Pero los planes se interrumpen cuando la activista Sofia Flores (Mel Jarnson) es brutalmente asesinada y el agente Dusty Crane (Taylor John Smith) entra en escena. Al parecer, Dusty ha perdido la razón y Block debe hacerse cargo de él. Pero en realidad, Dusty quiere destapar una oscura operación que involucra a las altas esferas del FBI (adivinen quien), contactando a la intrépida reportera Mira Jones (Emmy Raver-Lampman). Sobra decir que las cosas no salen bien para Dusty y que será Block quien descubrirá los secretos ocultos del FBI, poniendo en peligro su vida, la de la reportera y la de su hija y nieta.

Hasta los nombres de los protagonistas suenan estereotipados en esta cinta, la cual parece una colcha de retazos armada de numerosas películas y series de acción del pasado. Charles Bronson ya no está con nosotros, Bruce Willis decidió retirarse para no seguir haciendo cintas que continuaran eclipsando su carrera (su diagnóstico clínico fue un factor central en la decisión) y Nicolas Cage ya resolvió sus problemas económicos y se encuentra empecinado en retomar el rumbo de su carrera.

A sus sesenta y nueve años de edad, Liam Neeson debería seguir los pasos del personaje que encarna en Operación Luz Negra. Antes de pensar en retirarse, este gran actor irlandés debería dejar el cine en medio de una gran explosión y no con unas cintas que apenas generan una pequeña chispa.

Sobre André Didyme-Dôme 1633 artículos
André Didyme-Dome es psicólogo y magíster en Comunicación. Se desempeña como crítico de cine para la revista Rolling Stone en español y es docente en la Escuela Nacional de Cine; además, es director del cineclub de la librería Casa Tomada y conferencista en Ilustre. Su amor por el cine, la música pop y rock, la televisión y los cómics raya en la locura.

Sé el primero en comentar

Dejar una contestacion

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.


*