Lightyear (2022)

Uno de los personajes más queridos de Toy Story se embarca en una maravillosa odisea interestelar que nos lleva al infinito y más allá.

Director: Angus MacLane  

Con las voces de Chris Evans, Taika Waititi, Keke Palmer, Dale Soules, Peter Sohn, James Brolin  

Como muchos niños que crecimos en la década de los años setenta, una de las experiencias cinéfilas más importantes de nuestra infancia se produjo con La guerra de las galaxias, ese inolvidable Western espacial con naves espaciales en vez de caballos y unos audaces y valientes aventureros espaciales quienes, en vez de disparar balas de sus armas, disparaban rayos láser (curiosamente, la cinta de Lucas también estaba inspirada en las películas de samuráis protagonizadas por Toshiro Mifune y dirigidas por Akira Kurosawa, quien a su vez se inspiró en las películas de vaqueros de John Ford protagonizadas por el estoico John Wayne. De ahí que las espadas láser reemplazaran a las catanas de los guerreros orientales).

Algunos tuvimos la oportunidad de ver en la pantalla gigante (70 milímetros, para ser exactos) y en vibrante sonido sensurround, el clásico de Stanley Kubrick 2001: Odisea del espacio, el cual, con el perdón de Lucas, es la mejor película de ciencia ficción de todos los tiempos. Lo cierto es que tanto La guerra de las galaxias como 2001, condensan lo mejor del género y eso que muchos llaman “la magia del cine”.

Angus MacLane (codirector de Buscando a Dory y director de varios cortos de Toy Story), fue uno de esos niños transfigurados con La guerra de las galaxias, quien se siente plenamente identificado con Andy, el dueño de los juguetes en Toy Story, cuando recibió a Buzz Lightyear, el aventurero espacial de su película favorita (Buzz es la versión en juguete de Luke Skywalker o Han Solo en el “mundo real”).

Es así que MacLane, cuando obtiene la gran oportunidad de dirigir la película en solitario de Buzz (apodo derivado del astronauta Eugene Aldrin, uno de los primeros en pisar la luna), decide hacer un sentido homenaje a su película favorita, sin ignorar el enorme legado de Kubrick (que también hizo parte integral de Wall-E, una de las mejores obras de Pixar y otro clásico de la ciencia ficción).  

Lightyear no es la primera película protagonizada por Buzz, ya que este había sido el personaje principal de Buzz Lightyear, Comando Estelar: La aventura comienza, una mediocre cinta de animación bidimensional para el mercado del “directo a vídeo”, la cual es mejor olvidar (Esta película del 2000 dio origen a una serie animada para la televisión igual de desastrosa).  

Además, es necesario aclarar que Lightyear no es una historia sobre el juguete de Andy (con la voz de Tim Allen en Toy Story), sino que viene a ser la presentación de la película favorita del niño, protagonizada por un intrépido aventurero espacial heredero de John Carter, Buck Rogers, Flash Gordon y Brick Bradford (personajes del pulp, los cómics y los seriales de ciencia ficción que inspiraron a Lucas para Luke Skywalker y Han Solo).

Sin embargo, el Lightyear de MacLane (coescrito por Matthew Aldrich y Jason Headley) también guarda conexión con Mark Watney, el astronauta del libro El Marciano de Andy Weir y protagonista de la adaptación cinematográfica de Ridley Scott (el director de Alien y Blade Runner), así como de Joseph Conner, el explorador espacial de Interestelar, la estupenda cinta de Christopher Nolan (otro amante declarado de La guerra de las galaxias y 2001) .    

Como si se tratara de una versión libre de la icónica serie Perdidos en el espacio, vamos a ver a Lightyear cometer un error que lleva a que un grupo de terrícolas se vean obligados a permanecer en un planeta hostil lleno de unas monstruosas plantas carnívoras. Buzz tiene una gran amiga en su colega Alisha Hawthorne (Uzo Aduba de la serie In Treatment), el personaje afro y gay que ha causado que esta película haya sido prohibida en al menos catorce países (¿Cuándo vamos a aceptar que la humanidad no tiene color y que el amor no tiene género?).

Alisha se burla de los monólogos que Buzz hace en voz alta sobre su misión y propósito (un divertido guiño a las “bitácoras del capitán” de la serie Viaje a las estrellas), pero también auspicia la intención del terco aventurero de descubrir y utilizar una fuente de energía que le permita llegar al hiperespacio y llevar a los terrícolas de nuevo a su hogar (aquí encontraremos un referente al Maverick de Top Gun interpretado por Tom Cruise quien, por casualidades del destino, se encuentra presente en la cartelera de cines al mismo tiempo que esta cinta).

El resto de la trama no se puede revelar por aquello de los spoilers, pero sí podemos hablar de un personaje que se prácticamente se roba el show como nuestros corazones. SOX (Peter Sohn) es un gato robot que Alisha le regala a Buzz para acompañarlo en su soledad y que es heredero de los androides Twiki y el Dr. Theopolis de Buck Rogers, de los perritos Jump y Trashcan de Astroboy y de Muffit, el perrito ciborg de Galactica, así como de los populares C3PO y R2D2 de La guerra de las galaxias. Tampoco podemos olvidar la inspiración en Teddy, el osito de I.A: Inteligencia artificial, la película de Steven Spielberg basada en un proyecto inconcluso de Kubrick y del relato Los superjuguetes duran todo el verano de Brian Aldiss).

SOX es el alma de Lightyear, al compartir las características de un felino doméstico con la inteligencia de Data y el uso de la lógica del Sr. Spock de Viaje a las estrellas, junto con la personalidad e idiosincrasia del robot B9 de Perdidos en el espacio. ¿Por qué Andy no tiene una versión en juguete de SOX? Este es un misterio que queda sin resolver.

Tampoco podía faltar Zurg (James Brolin), el antagonista de Buzz y el equivalente de Darth Vader y Ming de Flash Gordon. Una sorpresiva revelación, similar a la que Vader le hace a Luke en El imperio contraataca, estará presente en esta película, así como los guiños obligatorios al Dr. Who, Alien y Terminator, otros clásicos de la ciencia ficción. 

El espíritu del Supermarionation, el estilo creado en los años sesenta por los esposos Gerry y Sylvia Anderson para las series de aventuras espaciales protagonizadas por marionetas (Fireball XL5, Stingray, Thunderbirds, El capitán escarlata. Joe 90), también está presente en Lightyear, por no hablar de la serie Capitán Vídeo y sus Vídeo Rangers que fascinó a los niños de los años cincuenta.

Los integrantes del nuevo escuadrón espacial son la astrofóbica Izzy (Keke Palmer), la anciana ex presidiaria Darby Steel (Dale Soules) y el despistado Mo Morrison (Taika Waititi). Sobre ellos (así como sobre el novato Featheringhamstan con la voz de Bill Hader), no se puede revelar mucho, salvo que son personajes muy bien construidos y que se desbordan en carisma.

La música grandilocuente de Michael Giacchino (Star Trek, Star Wars: Rogue One), la dirección de arte retro futurista (inspirada en los diseños de Radio Shack, Texas Instruments, IBM y los de H.R. Giger para Alien), son los componentes adicionales que hacen de Lightyear otro clásico instantáneo de la animación y el equivalente de La guerra de las galaxias para los estudios Pixar (Wall-E vendría a ser el verdadero equivalente de 2001).

Lightyear es el sueño hecho realidad de un niño que creció con juguetes, series y películas de ciencia ficción y que soñaba con conjugarlo todo en una sola aventura definitiva.

Los amantes de Buzz Lightyear y de la buena ciencia ficción, quedaremos esperando una secuela, así como los amantes de Toy Story, nos ilusionaremos con la llegada de un Western protagonizado por Woody (en la segunda parte de la saga, se revela que el muñeco está inspirado en una serie de televisión de los años cincuenta). Soñar no cuesta nada.       

PD: No se olviden de las varias escenas post créditos que van hasta el infinito y más allá.  

Sobre André Didyme-Dôme 1638 artículos
André Didyme-Dome es psicoterapeuta y periodista. Se desempeña como editor de cine y TV para la revista Rolling Stone en español y es docente universitario; además, es director del cineclub de la librería Casa Tomada y conferencista en Ilustre. Su amor por el cine, la música pop y rock, la televisión y los cómics raya en la locura.

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