El mejor autor del cine japonés actual nos entrega una historia contada desde tres puntos de vista diferentes que cuestiona nuestros prejuicios.
Director: Hirokatsu Koreeda
Sakura Andô, Eita Nagayama, Soya Kurokawa, Hinata Hiiragi, Yuko Tanaka
Definitivamente, Hirokatsu Koreeda es el director más importante del cine japonés actual. Como prueba de ello tenemos títulos como Un asunto de familia (ganadora de la Palma de Oro en Cannes), la entrañable De tal padre tal hijo o la hermosísima obra maestra Nuestra hermana pequeña. Todas las cintas de Koreeda son muy personales y abordan sus tres temáticas preferidas: la familia, la infancia y la muerte.
Aunque no está escrita por él como suele hacerlo, Monster no llega a ser la excepción. Escrita por Yuji Sakamoto (Amor en aguas turbulentas) y protagonizada por dos adultos y dos niños, esta es una cinta que nos cuenta una historia desde tres puntos de vista (la madre, el maestro, el hijo) con el objetivo de que el espectador se formule interrogantes y emita juicios que van cambiando según con la perspectiva asumida.
La madre es Saori Mugino (Sakura Ando), una mujer que perdió a su esposo en un sórdido accidente y que trabaja arduamente para darle lo mejor a su hijo Minato (Soya Kurokawa), que cursa quinto grado. El niño comienza a comportarse de una manera extraña (se corta el cabello, llega a casa con un solo zapato, es encontrado en un túnel de tren abandonado) y la madre acude al colegio para encontrar una explicación. Todo parece indicar que la causa de la conducta errática de Minato es el profesor Hori (Eita Nagayama), pero de los miembros del consejo escolar, liderado por la directora Makiko Fushimi (Yuko Tanaka), solo recibe respuestas preparadas como las de los empleados de los call centers que más que humanos, parecen unos autómatas. La directora Fushimi se reincorpora luego de perder a su nieto en un terrible accidente, que también hace parte de los misterios de la película como el incendio de un edificio con el que abre la película.
En el segundo acto de la cinta, conoceremos a Hori, un hombre que desde la perspectiva de la madre parece ser un monstruo. Y en el acto final, desde el punto de vista de Minato, el niño que parecía ser el verdadero monstruo se descubre como un chico confundido por su relación afectiva con Yori (Hinata Hiiragi), un niño delicado, hijo de un padre alcohólico y machista (Shido Nakamura), quien es víctima en la escuela de burlas y rechazos.
La hermosa banda sonora de Ryuichi Sakamoto (la última que compuso antes de fallecer) adorna esta historia que nos disloca, nos incomoda y, en últimas, nos hace sentir mal por adelantarnos a los hechos y juzgar sin miramientos. Koreeda nos entrega una cinta sobre la confusión sexual infantil, la falta de humanidad de unas escuelas que cada vez son menos formativas y más burocráticas y sobre unos adultos que no saben cómo acercarse a los niños.
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