Una magistral cinta italiana protagonizada por una mujer realmente empoderada.
Directora: Paola Cortellesi
Paola Cortellesi, Valerio Mastandrea, Romana Maggiora Vergano
Paola Cortellesi, una reconocida actriz y cantante, ha sorprendido gratamente con su debut como directora, logrando no solo conquistar los corazones de los italianos, sino también romper récords en taquilla en su país natal. Su película, ambientada en la Roma de la posguerra, es una obra profundamente sentimental que evoca la esencia del cine neorrealista italiano, con una historia que toca temas tan delicados como el abuso doméstico y la misoginia, pero con un toque casi mágico que la eleva más allá del drama tradicional.
La película ha sido un éxito rotundo en la taquilla italiana, superando incluso a gigantes inflados como Barbie y Oppenheimer, lo que es un testimonio del enorme impacto que ha tenido en el público. Además, ha sido galardonada con tres premios en el Festival de Cine de Roma, consolidando a Cortellesi como una nueva y poderosa voz en el cine italiano. Su habilidad para entrelazar lo personal y lo político, junto con su destreza narrativa, demuestra una inmensa capacidad para llevar el melodrama clásico a nuevas alturas.
Desde su inicio, la película se posiciona como un homenaje a los grandes maestros del cine italiano, como De Sica y Fellini, y Cortellesi brilla canalizando el espíritu de icónicas divas del cine como Anna Magnani, Sophia Loren y Giulietta Masina. Su interpretación de Delia, una mujer atrapada en un matrimonio abusivo con Ivanno Santucci (un estupendo Valerio Mastandrea), dos hijos terribles, un suegro insoportable (Giorgio Colangeli) y una hija que la menosprecia (Romana Maggiora Vergano), es conmovedora y poderosa, al mismo tiempo que refleja la fuerza y la vulnerabilidad de un personaje que lucha por su libertad en un entorno opresivo.
La elección de situar la historia en la Roma de la posguerra, cuando las mujeres italianas apenas habían obtenido el derecho al voto, añade una capa adicional de tensión y relevancia histórica. La presencia de soldados estadounidenses en las calles y la realidad de un país en reconstrucción tras los horrores de la Segunda Guerra Mundial sirven como telón de fondo para el sufrimiento cotidiano de Delia, interpretado con una sensibilidad y autenticidad que hacen que el espectador se sumerja por completo en su dolor y esperanza.
Uno de los aspectos más destacados de la película es la composición visual a cargo de Davide Leone en un blanco y negro luminoso, que captura la esencia del cine clásico italiano, pero con una frescura que se siente contemporánea. Asimismo, la música de Lucio Dalla y Lorenzo Maffia contrasta con la de OutKast y The Jon Spencer Blues Explosion con una fuerza tal, que bien puede causar la envidia de Tarantino.
La película se desarrolla con un ritmo pausado pero seguro, construyendo una tensión en crescendo que casi se puede cortar con un cuchillo, a medida que el espectador se pregunta qué contiene ese misterioso papel que Delia guarda con tanto recelo. ¿Será su boleto de salida de esta vida de sufrimiento? Cortellesi juega hábilmente con nuestras expectativas, llevándonos hacia un desenlace que logra cerrar la historia con una nota resonante y satisfactoria.
La ópera prima de Paola Cortellesi es un triunfo en todos los sentidos. Con una mezcla de homenaje al cine neorrealista y una visión moderna del empoderamiento femenino, la película no solo emociona sino que también inspira. Es un clásico instantáneo que, sin duda, permanecerá por mucho en la memoria del cine italiano contemporáneo.
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