Una cinta animada realizada en España que cumple con su misión de divertir tanto a niños como a adultos.
Director: Juan Jesús García Galocha
Si usted es de los que ha quedado cautivado con las películas animadas españolas protagonizadas por ese adorable remedo de Indiana Jones conocido como Tadeo Jones, debe saber que Juan Jesús García Galocha, el director de arte en las dos primeras entregas, ahora ha tomado las riendas como director de una divertida cinta animada que cuenta una historia escrita por Jordi Gasull y Javier López Barrera (guionistas de Tadeo Jones), sobre cómo se conocieron los reyes egipcios Tutankamón y Nefertiti, de una manera más que libre y muy poco ceñida a la historia oficial.
En Las momias y el anillo perdido, el Antiguo Egipto permanece intacto en una cultura subterránea, desconocida para el mundo exterior presente. Al parecer, sus habitantes poseen el secreto de la vida eterna pero, aunque ellos no lo saben, son todos unas momias.
El faraón ha decidido que su hija Nefer debe contraer matrimonio y envía al ave fénix para que busque al esposo ideal. Por una serie de contratiempos causados por el búmeran de un travieso niño llamado Sekhem, el ave fénix se equivoca y elige a Tut, el hermano mayor de Sekhem y corredor de áurigas profesional, como la pareja definitiva de la joven. El problema radica en que Nefer sueña con ser cantante y tanto Tut como ella, no desean casarse.
Tut recibe del faraón el anillo de bodas y le advierte que si lo pierde sus ojos y su lengua correrán grave peligro. Por esta razón, el joven guarda la joya en un lugar que considera seguro. Al mismo tiempo, en el mundo exterior, Lord Carnaby ha encontrado el tesoro de Tutankamón y se apodera del anillo. Esto lleva a que Tut, Sekhem, su mascota (un simpático y pequeño cocodrilo) y Nefer, salgan al mundo exterior para recuperarlo de las manos del arqueólogo con problemas edípicos.
Muchos padres de familia saben que una película animada de mala calidad es prácticamente una experiencia tortuosa e insufrible. Pero este no es para nada el caso de Las momias y el anillo perdido. Su animación no llega al preciosismo o a la atención en el detalle de las películas de Pixar, pero es tan entretenida como un producto de DreamWorks o Illumination. Su ritmo nunca decae, no sucumbe al frenesí de muchas cintas familiares y aunque posee algunos lugares comunes y uno que otro número musical de dudosa calidad, al final termina siendo una experiencia satisfactoria tanto para el público infantil como para sus acompañantes.
En los últimos años, el cine español nos ha sorprendido con una serie de dibujos animados muy gratificantes (junto a la trilogía de Tadeo Jones encontramos joyas como Planeta 51, Chico y Rita, Psiconautas, Atrapa la bandera, Mortadelo y Filemón contra Jimmy el Cachondo, Buñuel en el laberinto de las tortugas, Klaus) que no tienen mucho que envidiar a sus contrapartes estadounidenses. Las momias y el anillo perdido se suma al destacado grupo.
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