Director: Eran Creevy
Nicholas Hoult, Felicity Jones, Ben Kingsley, Anthony Hopkins
Collide es una cinta de acción con un reparto de lujo que copia descaradamente a True Romance, la magnífica película del fallecido Tony Scott con guión de Quentin Tarantino.
Aquí, la estructura de True Romance (un chico que desciende al infierno para salvar a la chica) se disfraza con la historia de Casey (Nicholas Hoult), un ex-traficante que deja atrás su vida delictiva, gracias al amor que tiene por Juliette (Felicity Jones). Cuando Juliette necesita urgentemente un trasplante de riñón, no le queda más remedio a Casey que volver a contactarse con el mafioso Geran, su antiguo jefe (un más que excéntrico Ben Kingsley), quien le encomienda la misión de robar un camión lleno de pelotas de golf con cocaína propiedad del patrón de Geran, un poderoso mafioso alemán llamado Hagen (un Anthony Hopkins en modo pasivo-agresivo).
Sobra decir que todo sale mal y que Casey deberá luchar tanto por su vida como por la vida de su mujer. Este podría haber sido un plagio decente, si a los actores se les hubiera dado unos buenos diálogos y fueran algo más que estereotipos cuadriculados. También hubiera servido mucho que la trama tuviera algo de verosimilitud (Casey parece que es inmune a las balas y los mafiosos no parecen tan poderosos como aparentan).
El director británico Eran Creevy (quien tuvo la suerte de trabajar con James McAvoy y Mark Strong en Welcome to the Punch), aquí no logra distinguirse. Y los actores parecen haber hecho esta película única y exclusivamente por el placer de recibir un jugoso cheque.
Lo que queda entonces son algunas secuencias de persecución decentes y a Hopkins haciendo una divertida imitación de Sylvester Stallone. Todo lo demás es efímero y fácil de olvidar.
