The Apprentice ofrece una visión decadente del ascenso de Trump en Nueva York, destacando su relación con Roy Cohn, quien lo moldeó con su brutal enfoque hacia los negocios y la política.
Director: Ali Abbasi
Sebastian Stan, Jeremy Strong, Maria Bakalova, Martin Donovan
The Apprentice, dirigida por Ali Abbasi, el autor de las estupendas cintas Border y Holy Spider y escrita por el periodista Gabriel Sherman, se adentra en el surgimiento de Donald Trump en el Nueva York de los años setenta y ochenta. En el corazón de la historia se encuentra la oscura relación entre Trump (Sebastian Stan) y Roy Cohn (Jeremy Strong), el implacable abogado que forjó a Trump con una mezcla de lecciones de pragmatismo brutal y tácticas sin escrúpulos.
La interpretación del actor de Succession se destaca como una de las fuerzas de la película. (James Woods ya había hecho un estupendo retrato del abogado, mano derecha del senador Joseph McCarthy y homosexual de clóset en la cinta Citizen Cohn). El asistente político Roger Stone, aliado tanto de Trump como de Cohn, ha descrito su actuación como “asombrosamente precisa.” Por su parte, Sebastian Stan (mejor conocido como Winter Soldier en el universo Marvel) es uno de esos actores camaleónicos que se funde en su personaje (véanlo como el baterista de Mötley Crüe en la miniserie Pam & Tommy o como Edward, el paciente con neurofibromatosis en A Different Man). Su interpretación de Trump se inclina hacia lo patético, lo egocéntrico y lo perturbador, pero logra encarnar a su personaje con una especie de aura carismática y algo de compasión.
Esta sinergia maestro-aprendiz, que bien podríamos llamarla una “mala educación”, nos recuerda las relaciones entre Michael Douglas y Bud Fox Charlie Sheen en Wall Street, como la de Al Pacino y Johnny Depp en Donnie Brasco (curiosamente, Depp encarnó a Trump en la parodia poco conocida Donald Trump’s The Art of the Deal: The Movie y Pacino retrató magníficamente a Cohn en la miniserie Angels In America). Sin embargo, ninguna “mala educación”, ni siquiera la de El Pingüino con su joven y malogrado aprendiz Víctor Aguilar, iguala la intensidad de esta combinación entre este discípulo desbordado en ambición y anfetaminas y su mentor tan siniestro y viperino.
La película comienza con un Donald joven y lleno de insatisfacción trabajando bajo la sombra de tiránico su padre, Fred Trump (un irreconocible Martin Donovan), gestionando propiedades familiares en Coney Island. Pero Donald aspira a la grandeza de Manhattan y a pertenecer a su élite, aunque a menudo es menospreciado como “el hijo de Fred Trump.” Su anhelo es facilitado cuando conoce a Roy Cohn en el elitista Le Club, donde su mentor le presenta no solo a figuras de alto perfil, sino también al mundo de los bajos fondos neoyorquinos. Cohn no solo lo asesora en su defensa ante demandas federales de discriminación racial, sino que lo guía a través de un universo donde los principios de combate, intimidación y manipulación son la regla. Una de sus primeras recomendaciones a Trump es simple y reveladora: «Contraataca, pon al gobierno a trabajar y no admitas nada”.
A lo largo de la película, Donald sigue las lecciones de manera obediente. Cohn lo lleva a los límites de la ética y más allá, enseñándole no solo a confrontar y manipular a los adversarios, sino también a explotar sus debilidades, en ocasiones de forma amenazante, como cuando usa fotos comprometedoras de un funcionario para obtener beneficios en sus litigios.
El cinematógrafo Kasper Tuxen filmó estas escenas con una técnica que contribuye a la autenticidad histórica y a la atmósfera decadente que hace que el Joker de Joaquin Phoenix se muera de la envidia. Los momentos de la Nueva York sucia de los años setenta fueron capturados en película de 16mm, y los de los ochenta con un filtro de video que simula el efecto VHS. Esta mezcla de texturas casi que transforma la ficción en un oscuro documental.
The Apprentice llegó en un momento delicado en la historia de los Estados Unidos y por esa razón ha sido objeto de críticas por su contenido y enfoque. La campaña de Trump en 2024, por ejemplo, atacó el filme describiéndolo como “pura difamación maliciosa”. En cuanto a la veracidad de los eventos, Sherman admite que, aunque se documentó rigurosamente, la película no es una crónica periodística sino una obra de ficción inspirada en hechos reales, con cada giro de la trama basado en acontecimientos documentados.
Por su parte, Abbasi comentó que Netflix rechazó la película para evitar alienar a su audiencia de suscriptores del “Make America Great Again,” una decisión que los productores afrontaron lanzando una campaña en Kickstarter para lograr que la cinta llegara a las salas de cine en Estados Unidos, pensando en candidato del partido republicano y ahora presidente de los Estados Unidos, buscara la forma de prohibirla y sepultarla.
Sin embargo, quienes estén buscando.una introspección psicológica de los personajes de alguna manera quedarán decepcionados, ya que la cinta se enfoca en tácticas y decisiones. Y es que más que ofrecer una biografía sobre Trump, The Apprentice es una exploración de las estrategias y principios en los que Cohn lo educó.
Al lado de figuras de poder como Rupert Murdoch, Donald aprende a operar en una esfera donde la amistad y la lealtad son valores frágiles. Eventualmente, incluso rompe con Cohn, descartando a su mentor como si fuera un peón en su tablero cuando descubre que agoniza víctima del SIDA. En palabras de Sherman, «Roy creó a Donald,” y el filme convierte esa frase en una suerte de explicación a la realidad que aún vivimos.
Las manipulaciones de Trump se extienden a su vida personal, incluyendo su trato cruel y despectivo hacia su padre, a su madre Mary (Catherine McNally), a su hermano mayor Freddy (Charlie Carrick), un piloto de avión alcohólico y depresivo, y hacia su esposa Ivana Zelníčková (Maria Bakalova), a quien primero acosa de manera implacable, para luego imponerle un contrato prenupcial, que casi frustra el matrimonio, y después de hacerle operar sus senos decirle que ya no la desea y prácticamente violarla en una escena tremendamente incómoda y perturbadora que ocurre luego de que ella se mofara de su calvicie (tanto Ivana como el actual presidente de los Estados Unidos han negado que estos hechos hayan ocurrido).
La película es, en esencia, un relato despiadado de la ambición y de cómo una figura como Roy Cohn modela a su aprendiz en el uso implacable del poder. The Apprentice es un reflejo sombrío sobre el precio de la victoria y sobre las lecciones centrales que Cohn inculca en Trump: “No admitas nada, niégalo todo”, “Juega con el hombre, no con la pelota”, “La verdad es algo relativo”, “Ataca, ataca, ataca” y «Nunca admitas la derrota». Al parecer, los consejos de Cohn han dado sus propios frutos podridos.
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