La obsesión por el cuerpo femenino.
Director: Dieter Berner
Noah Saavedra, Maresi Reigner, Valerie Pachner
La pintura se toma al cine. Luego de la preciosista Cézanne Et Moi y de la obra maestra de la animación Loving Vincent, llega a las pantallas Egon Schiele: Tod Und Mädchen, una cinta que nos cuenta sobre la breve, pero impactante vida del pintor expresionista que falleciera a la edad de 28 años.
Egon Schiele es una obra cargada de sensualidad y erotismo, con una fotografía exquisita a cargo de Carsten Thiele y una impresionante dirección de arte asumida por Peter Ackermann y Hucky Hornberger, que nos permite ver el mundo a través de los ojos de su pintor protagonista. A partir de múltiples flashbacks, el director Dieter Berner nos cuenta la vida de este joven prodigio, discípulo de Gustav Klimt, que dejó unos trescientos cuarenta cuadros y casi tres mil borradores y acuarelas, las cuales se conservan, en su mayoría, en su nativa Austria (entre ellas, su obra más famosa llamada «La Muerte y la Doncella»).
La película aborda la relación de tintes incestuosos entre Egon y Gerti, su hermana menor y modelo (interpretada por Maresi Reigner) y sus amoríos con las modelos Moa (Larissa Breidbach) y Wally (Valerie Pachner). Aplausos para Noah Saavedra, quien logra encarnar con inocencia y egoísmo a Schiele, evidenciado aquí a un hombre obsesionado por el cuerpo (especialmente el femenino e infantil) y cuya motivación no se encuentra realmente en la conquista del sexo opuesto o en tener relaciones con sus modelos, sino únicamente en su pintura.
Asimismo, la cinta explora un aspecto muy interesante para nuestros tiempos y que tiene que ver con la amenaza y peligro para el arte, cuando este es leído desde un discurso ético y moral: ¿es un pedófilo el artista que aprecia y pinta la belleza de un cuerpo femenino prepúber? No se puede intentar siquiera responder a esa pregunta. Como lo dice Cornelius Obonya, el actor que interpreta a Klimt en la película: «es un riesgo muy alto».