La nueva adaptación cinematográfica de Alicia en el país de las maravillas irrespetó la fuente original. Ahora su secuela hace lo mismo. ¡Pobre Alicia!
Director: James Bobin
Mia Wasikowska, Johnny Depp, Helena Bonham Carter, Anne Hathaway, Sacha Baron Cohen
El problema con Alicia a través del espejo es heredado de su predecesora. La primera película, dirigida por Tim Burton, es una versión muy alejada del encanto y el ingenio de la novela de Lewis Carroll, que en cambio sirve como un vehículo para Johnny Depp, convirtiendo al personaje secundario del Sombrero Loco en protagonista, y para que Burton proyectara con su actor fetiche y con una historia ajena, todas sus obsesiones recurrentes.
Ahora el turno es para el director James Bobin, quien deja respirar un poco a los personajes, pero que al igual que Burton, se aleja muchísimo de la fuente original, convirtiendo a Alicia a través del espejo en un despliegue de efectos visuales en medio de una historia sin mucha inteligencia y decididamente infantil, en el peor sentido de la palabra.
Esta secuela no es un completo desastre, ya que llega a entretener, pero al irrespetar su fuente literaria y al agotarse en ideas, convierte un relato inteligente, surrealista y profundo en un paquete cinematográfico bello, pero vacío.