Una joven va en busca de su padre en medio de una amenaza de huracán, y encuentra la casa invadida por cocodrilos sedientos de sangre.
Director: Alexandre Aja
Kaya Scodelario, Barry Pepper, Morfydd Clark
Desde que Hitchcock obtuvo un gran éxito comercial con Los pájaros y Steven Spielberg inauguró la era de los blockbusters con su película Tiburón, las películas de terror sobre animales fuera de control, no han dejado de aparecer una y otra vez en la pantalla gigante.
Alexandre Aja, el autor de Piraña 3D, vuelve ahora con un puñado de cruentos cocodrilos sedientos de sangre en Infierno en la tormenta, una cinta tan efectista como predecible. Su protagonista es Haley Keller (Kaya Scodelario), una chica universitaria campeona de natación (¡qué conveniente!), quien debe ir en busca de su padre Dave (Barry Pepper) en medio de una amenaza de huracán, ya que este no responde a las llamadas de ella y de su hermana (Morfydd Clark).
Como es obvio, Haley llega a la casa de su padre para encontrarlo en muy mal estado. ¿Es el huracán de categoría 5 el culpable de la precaria condición de Dave? ¡No! Los responsables son un par de malvados cocodrilos que se metieron por debajo de la casa y que tratarán de todas las maneras posibles de convertir a padre e hija en su merienda. Es así que la amenaza de huracán es el menor de los peligros para la pobre Haley, quien deberá hacer un esfuerzo sobrehumano para salir de semejante aprieto.
Aquí no puede faltar el típico perrito que ayuda a los protagonistas, a la vez que se expone al constante peligro. Tampoco faltan las personas de dudosa reputación que terminan recibiendo su castigo o los intentos de rescate que terminan en desastre. Y aunque la amenaza de cocodrilos y huracanes en el estado de La Florida es algo real, parece que los mordiscos reiterativos de estas gigantescas criaturas, no les impiden a nuestros protagonistas continuar luchando por su vida una y otra vez.
Lo que hace de Infierno en la tormenta todo un placer culposo, son las buenas actuaciones de Scodelario y Pepper, el manejo del ritmo y de los sobresaltos de Aja (autor también de las efectivas películas de terror Alta tensión, Despertar del diablo y Espejos siniestros), y el temor universal que todos les tenemos a los huracanes y, por supuesto, a los cocodrilos.
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