El popular videojuego sobre unos pájaros furiosos que atacan a unos cerdos verdes come huevos, se lleva al cine y el resultado es una cinta divertida pero estéril.
Directores: Clay Kaytis, Fergal Reilly
Con las voces de Jason Sudeikis, Sean Penn, Maya Rudolph, Josh Gad, Danny McBride
En la actualidad, muchos fanáticos se quejan de lo mucho que se pierde una historia cuando un libro, un cómic o un videojuego se adapta al cine. En la versión fílmica de Angry Birds, el popular videojuego para celulares, tabletas y demás dispositivos electrónicos, creado en Finlandia por Rovio Entertainment, la historia se presenta con mucha fidelidad con respecto a la fuente original: Un grupo de cerdos invade la isla donde viven estos simpáticos pajaritos y pretende robarles sus huevos, lo que hace que las aves se enfurezcan y contraataquen.
Dentro de estas aves furibundas, se destacan Red (Jason Sudeikis), Chuck (Josh Gad), Bomb (Danny McBride) y Terence (Sean Penn), un cuarteto de pájaros con problemas. La animación está bellamente realizada (los colores refulgentes saltan a la vista) , la banda sonora es delirante (Black Sabbath, Scorpions y Rick Astley) y la película logra entretener.
Sin embargo, al serle fiel a la premisa planteada por el videojuego, queda una sensación de esterilidad que prueba un punto: adaptar no es simplemente copiar una historia. Para lograr una verdadera adaptación hay que crear.
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