Tres jóvenes guionistas son acusados de asesinar a un veterano productor, en un disparatado homenaje al cine italiano.
Director: Paolo Virzì
Mauro Lamantia, Giovanni Toscano, Irene Vetere, Giancarlo Giannini, Ornella Muti
La canción Un’estate italiana, compuesta por Giorgio Moroder e interpretada por Eduardo Bennato y Gianna Nannini para el campeonato mundial de Fútbol celebrado en Italia en 1990, es la que le da el título a la nueva película de Paolo Virzì, el autor de esa joya conocida en español como Locas de alegría.
Continuando con la mirada nostálgica que el cine italiano no ha dejado de tener desde Cinema Paradiso, la obra maestra de Guiseppe Tornatore estrenada a finales de la década de los ochenta y llevada al paroxismo con la maravillosa La gran belleza, ese bello tributo a la obra de Fellini orquestada por Paolo Sorrentino, Virzì nos entrega una especie de versión italiana de The Player (la corrosiva sátira sobre la industria cinematográfica dirigida por Robert Altman), que bien podría haberse llamado Once Upon A Time In…Italy.
Quienes desconozcan la historia del cine de este país no llegarán a disfrutar a plenitud esta disparatada historia en la que Antonino (Mauro Lamantia), Luciano (Giovanni Toscano) y Eugenia (Irene Vetere), tres jóvenes aspirantes a guionistas, son invitados para recibir el Premio Solinas (el cual existe en realidad), por sus trabajos presentados.
Antonino es un siciliano retraído y de una amplia cultura cinéfila; Luciano, originario de Toscana, es un mujeriego empedernido y autor hiperactivo; Eugenia Malaspina, en cambio, es una mujer de personalidad depresiva, adicta a los químicos e hija de un prestigioso político. Los tres rápidamente se hacen amigos y cada uno intentará convertir su guion en una obra cinematográfica, aunque sus intentos los llevarán a ser arrestados y acusados del homicidio del afamado productor Leandro Saponaro (Giancarlo Giannini), cuyo auto cae desde un puente hacia el río Tíber, mientras las multitudes observan como Italia pierde la copa frente a Argentina.
Los referentes a los legendarios productores Dino De Laurentis y Mario y Vittorio Cecchi Gori; a los directores Federico Fellini, Ettore Scola, Mario Monicelli, Bernardo Bertolucci y Michelangelo Antonioni; a los actores Roberto Benigni, Marcello Mastroianni; y a los compositores como Nino Rota y Ennio Morricone, entre muchos otros más, están presentes para el deleite de los verdaderos amantes del cine.
Sin embargo, el espectador ajeno al cine italiano se divertirá con una película que le rinde homenaje a la estructura libre y tragicómica de la comedia dialectal italiana, y que está llena de enredos, infidelidades, situaciones absurdas y episodios surrealistas (como la presencia de la diva Ornella Muti, en el papel de Federica, una veterana actriz que le comprueba a Luciano en la ceremonia de premiación, su falta de ropa interior).
Noches mágicas es una de las mejores películas italianas de los últimos años: irreverente, exuberante, llena de energía, con una fotografía evocadora y una dirección de arte atenta al detalle. Esta es una cinta realmente mágica.
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