Renée Zellweger vuelve a demostrar su inmenso talento actoral en una película biográfica acerca de la trágica vida de Judy Garland, la cantante e icono de la era de dorada de Hollywood.
Director: Rupert Goold
Renée Zellweger, Rufus Sewell, Jessie Buckley, Finn Wittrock, Michael Gambon, Darci Shaw, Richard Cordery
Frances Ethel Gumm, mejor conocida bajo el nombre artístico de Judy Garland, es una de las más grandes estrellas de la historia del cine. Comenzó trabajando en el vodevil con sus hermanas a una edad muy temprana, para luego ser contratada por MGM en 1935, estudio con el que actuó en más de veinte películas, nueve de ellas junto al también actor infantil Mickey Rooney. Pero es con los clásicos El mago de Oz de 1939 y Nace una estrella de 1954, con los que definitivamente se consagra (la interpretación de Over The Rainbow para El mago de Oz, es considerada por muchos como la mejor canción en la historia del cine, al igual que es un momento mágico encapsulado en celuloide para la posteridad).
Su vida estuvo marcada por múltiples problemas emocionales, económicos, alimentarios y de adicción al alcohol y las drogas. Estuvo casada con el prestigioso Vincente Minnelli, quien la dirigió en los también clásicos La reina de la fortuna y Campanas del destino, y con quien tuvo a su hija Liza Minnelli, una actriz y cantante tan famosa como ella. Muere de manera prematura en 1969 a los 47 años de edad, por una sobredosis de pastillas para dormir, las cuales tomaba desde que era una estrella infantil.
La película biográfica de Rupert Goold (True Story) no nos muestra el meteórico ascenso a la fama de Garland, sino que se centra en sus últimos años, una época de decadencia para quien fuera una de las actrices más populares de la era dorada de Hollywood. La persona encargada de encarnarla en ese difícil periodo de su vida es Renée Zellweger, quien con este difícil papel nos confirma lo buena actriz que es.
Aquí, Zellweger interpreta las canciones de Garland con su propia voz (ella ya había mostrado su talento como cantante en el musical ganador del Óscar Chicago), y su interpretación de Garland como una mujer insegura y conflictiva, pero con un inmenso carisma, un espíritu indomable y una absoluta entrega a su profesión es simplemente maravillosa. Este es un papel que parece confeccionado para los premios de la Academia, pero lo cierto es que Zellweger se merece una nominación.
La cinta también incluye algunos flashbacks de la juventud de Judy (interpretada por una excelente Darci Shaw), y de su peculiar relación con Louis B. Meyer (Richard Cordery), la cabeza de MGM, quien la consideraba su favorita y que la sometió a una dieta de píldoras y a una vigilancia extrema para que la actriz no subiera de peso. Pero gran parte de la película se centra en el deseo de Garland por mantener la custodia de sus pequeños hijos, Lorna y Michael (concebidos con su tercer esposo y representante, Sidney Luft), y la aceptación de una oferta que el empresario londinense Bernard Delfont (Michael Gambon) le hizo para presentarse por cinco semanas en su club nocturno. Rosalyn Wilder, la asistente de Delfont (interpretada por Jessie Buckley, el nuevo talento detrás de la cinta Wild Rose), tiene la labor de impedir que Garland sucumba al alcohol o a su pánico escénico.
La relación con su primer esposo, el músico David Rose, así como la breve pero tormentosa relación con su cuarto esposo, el actor Mark Herron, se omiten en esta cinta. Pero su relación con Mickey Deans (Finn Wittrock), su quinto y último esposo, trece años más joven que ella, se utiliza como marco romántico para este biopic.
Judy, basada en la obra teatral End Of The Rainbow de Peter Quilter, cae en los lugares comunes de este tipo de cintas: la presión y la soledad de la vida pública, la ingratitud del público, la estrella como víctima de un sistema que la explota hasta acabar con su vida. Pero es gracias a Zellweger que la película de Goold logra trascender y transmitir la magia que convirtió a Judy Garland en toda una leyenda.
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