Light Of My Life (La luz del fin del mundo) (2019)

Un padre y una hija intentan sobrevivir en un futuro distópico, en una cinta profunda, conmovedora y espeluznante, dirigida, escrita y protagonizada por el virtuoso Casey Affleck.

Director: Casey Affleck

Casey Affleck, Anna Pniowsky, Elisabeth Moss

Los hermanos Affleck poseen un gran talento como directores. Ben, el mayor de los dos, nos sorprendió con las cintas Gone Baby Gone (protagonizada por su hermano), The Town y Argo (ganadora del Óscar a la Mejor Película). Ahora Casey, quien ya había dirigido un peculiar documental falso llamado I’m Still Here (sobre el supuesto retiro de la actuación de Joaquin Phoenix para convertirse en rapero), regresa con una segunda cinta llamada La luz del fin del mundo, un estupendo trabajo también escrito y protagonizado por él.

Enmarcada en un futuro distópico en el que la mayoría de las mujeres del mundo fueron exterminadas por un extraño virus (que nos recuerda la premisa del clásico contemporáneo de la ciencia ficción Children Of Men), la película de Casey Affleck cuenta la historia del padre de una hija inmune al virus (una increíble Anna Pniowsky), a quien debe proteger a toda costa de un mundo poblado de hombres depredadores (premisa que nos recuerda a The Road, otro clásico contemporáneo de la ciencia ficción sobre un padre e hijo sobrevivientes del apocalipsis).

La luz del fin del mundo se atreve a alienar a un público que acude a los Múltiplex para ver cintas frenéticas con un derroche exagerado de efectos especiales, iniciando con un plano fijo de 12 minutos de duración, que nos muestra al padre (sin nombre) relatando un cuento para ayudar a dormir a su hija Rag (apodo obtenido de la muñeca de trapo Raggedy Ann). Desde este momento, el espectador se dará cuenta de que esta es una cinta de ciencia ficción atípica (como lo fue Ghost Story, esa maravillosa película sobre fantasmas protagonizada por el mismo Affleck).

El “fin del mundo” se utiliza aquí como una alegoría para hablarnos sobre la compleja relación de los padres con las hijas y, al mismo tiempo, explota el temor de todo padre asociado a los peligros del mundo exterior y de la imposibilidad de protegerla por siempre.

Al igual que en Leave No Trace esa magnífica película protagonizada por Ben Foster, en la que un veterano de la guerra se aísla con su pequeña hija en el bosque para escapar de los peligros de la vida urbana, el padre interpretado por Affleck no quiere que su hija sea víctima de unos hombres desesperados por encontrar a una mujer que satisfaga sus instintos animales exacerbados. Por esta razón disfraza a su hija como si fuera un niño y evita radicarse en un solo lugar, pese al deseo de Rag por vestirse como mujer y vivir en una casa.

Pero La luz al fin del mundo no es solamente un drama acerca de la relación de un padre y una hija. Es también un espeluznante relato con unos momentos de altísima tensión y suspenso, los cuales se logran, en gran parte, gracias a que conocemos a profundidad a los dos protagonistas. El resultado es una cinta inteligente, humana, visceral y envolvente que revela a un actor y director que se niega a tomar decisiones fáciles y seguras y que le devuelve el sentido del riesgo al cine de género.

Sobre André Didyme-Dôme 1780 artículos
André Didyme-Dome es psicoterapeuta y periodista. Se desempeña como editor de cine y TV para la revista ROLLING STONE EN ESPAÑOL y es docente universitario; además, es guionista de cómics para MANO DE OBRA, es director del cineclub de la librería CASA TOMADA y conferencista en ILUSTRE. Su amor por el cine, la música pop y rock, la televisión y los cómics raya en la locura.

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