Como si se tratara de un montaje escolar de una película de Wes Anderson, la ópera prima de Laura Pérez Cervera trata de capturar algo de su estilo, pero falla en el intento.
Director: Laura Pérez Cervera
Luna Baxter, Laura García, Juana Del Río, Cristina Andrade, Silvia Varón
Los que hemos asistido a los montajes teatrales de los colegios, sabemos cómo esa hora y media (afortunadamente casi nunca duran más) es un auténtico suplicio, debido a las pésimas actuaciones y a una dirección inepta y pretenciosa, la cual termina reduciendo a una gran obra en un remedo patético de la misma.
Ahora piense en Wes Anderson, uno de los directores cinematográficos más originales de los últimos años y un obseso por la simetría en la composición, por los personajes excéntricos y con un peculiar sentido del humor. ¿Se imagina una película de Wes Anderson (Rushmore, Los excéntricos Tenenbaum) adaptada libremente y convertida en un montaje de colegio? Eso es precisamente lo que es Bendita rebeldía, el primer largometraje de Laura Pérez Cervera.
La protagonista de esta infame imitación de una obra de Wes Anderson, es Beatriz Evers (Luna Baxter), una mujer que decide volver a Colombia, luego de una serie de desastres ocurridos en México, que la dejaron en la ruina económica, con dos divorcios a sus espaldas y con problemas con la ley. Beatriz llega a la casa de su padre, donde ella vivió en su infancia, para encontrar que su tía Elvira (Laura García), una exmonja y exguerrillera, ha convertido la casa familiar en un colegio para estudiantes de clase media y alta llamado Palos Verdes.
Beatriz se convierte en la psicóloga del colegio (aunque nunca terminó su carrera) y termina impartiendo la clase de educación sexual y dirigiendo un montaje teatral con sus alumnos. Mientras se enfrenta constantemente con su tía y con la coordinadora Andrea Saavedra (Juana Del Río), Beatriz conoce a unos profesores y a unos estudiantes tan excéntricos como ella, y aprende a ser una mujer madura, dejando atrás la personalidad inestable y materialista que la ha metido en innumerables líos.
Puede que Bendita rebeldía parezca prometedora, pero no es así. A excepción de Laura García (su tía Elvira es un personaje interesante y complejo), las actuaciones de todo el elenco dejan mucho que desear (hay mejores interpretaciones en cualquier entrega de la saga de El paseo). A eso se le suma el flojo sentido del humor, una historia que en realidad no va a ningún lado y una fotografía que intenta de manera lastimera, imitar lo logrado por el gran Wes Anderson.
Esta cinta, al igual que la obra montada por Beatriz en Palos Verdes, es un auténtico desastre, aunque algunos la aplaudirán por pura simpatía. Wes Anderson probablemente lo haría.
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