Director: Simone Godano
Kasia Smutniak, Pierfrancesco Favino, Marta Gastini
El intercambio de cerebros es una premisa que se niega a morir. Desde las caricaturas de Bugs Bunny y Piolín a películas como Freaky Friday, All of Me, Like Father Like Son, Viceversa, 18 Again, Prelude to a Kiss, Big, The Hot Chick o The Change-Up, por nombrar algunas, los espectadores no se cansan de ver cómo dos personas (un niño y un adulto, un hombre y una mujer) intercambian sus mentes y se enfrentan a una vida diferente, aprendiendo varias lecciones en el proceso.
Esta vez, el intercambio de cerebros se da entre una pareja conformada por un neurólogo llamado Andrea (Pierfrancesco Favino) y una presentadora de un programa de televisión llamada Sofía (Kasia Smutniak). Los esposos y padres de dos hijos, se están enfrentando a una crisis que los lleva al borde del divorcio. Pero cuando Andrea invita a Sofía a servir de conejillo de indias para un experimento en el que está trabajando que permitiría la lectura de mentes, las cosas salen mal (el viejo truco del vino sobre la máquina) y como resultado, los dos tendrán sus cerebros intercambiados.
El director debutante Simone Godano utiliza esta historia de corte cómico y fantástico para hablarnos de las crisis de parejas y cómo puede ayudar el ponerse en los zapatos del otro. Sin embargo, esto lo hace descuidando los detalles que deberían darle verosimilitud a la historia (en el cine hasta el absurdo debe tener una lógica).
En Moglie e Marito, nadie repara en los manierismos femeninos que de repente adopta Andrea en su trabajo, Sofía no reacciona cuando Andrea decide cortarse el pelo (las esposas de muchos nos matarían) y tampoco sufre las consecuencias de tener un pene que piensa por sí mismo. Los dos no elaboran un plan de contingencia y hasta último momento deciden confiar en el socio y amigo de toda la vida de Andrea que hace parte del experimento (además este se muestra increíblemente incrédulo). Aquí lo que importa es la pareja y no la serie de detalles y situaciones que surgen de tener a un hombre con un cuerpo de mujer y a una mujer con cuerpo de hombre, que hacen de este tipo de cintas todo un placer culposo.
Pese al descuido en los detalles, a lo odioso del personaje de Sofía y al machismo soterrado que se filtra en la historia, Moglie e Marito logra su misión de entretener con algunos momentos genuinamente graciosos (la forma de sentarse de Sofía, la llegada inminente de la menstruación y los ademanes de Andrea salvan la película). Sin embargo, una comedia de este tipo debe lograr un perfecto equilibrio entre la situación fantástica y la metáfora que busca contar.
Dejar una contestacion