Director: Aaron Sorkin
Jessica Chastain, Idris Elba, Kevin Costner, Chris O’Dowd
Aaron Sorkin no es solo uno de los mejores guionistas de la actualidad. Es unos de los mejores guionistas de la historia. Las pruebas están en sus guiones de las películas A Few Good Men, Social Network, Moneyball y Steve Jobs. Sus críticos dicen que se enfoca mucho en el diálogo y poco en la acción, y que por esa razón sus películas se vuelven densas y aburridas. Mi consejo a todos esos críticos es que se limpien muy bien las orejas y que aprendan a escuchar, ya que todo lo que dicen los personajes en los guiones de Aaron Sorkin está lleno de significado e ingenio y lo que se tilda de «denso» o «aburrido» es, en realidad, una gran inteligencia y humanidad verbalizada a una gran velocidad.
La ópera prima como director de Sorkin es la adaptación (realizada por él, por supuesto) del libro Apuesta Maestra: La Historial Real de la Mujer de 26 Años Detrás del Juego de Póquer Clandestino Más Exclusivo y Peligroso del Mundo, una colección de memorias escritas por Molly Bloom, quien pasó de ser una esquiadora olímpica a ser una reconocida organizadora de juegos de póquer entre millonarios.
La encargada de interpretar a Molly es una de las mejores actrices de la actualidad: Jessica Chastain. Al igual que con la excelente Miss Sloane de John Madden, Chastain nos ofrece aquí otro complejo retrato de una poderosa mujer que no va a dejarse oprimir y maltratar en un mundo plagado de hombres. Molly es una mujer enfrentada a su padre psicólogo (un estupendo Kevin Costner), quien presiona a sus hijos para que sean excelentes tanto en el aspecto académico como en el atlético y es una mujer que soporta sin protestar el abuso ejercido por su primer jefe como por un actor que apuesta grandes fortunas en los juegos de póker (un perverso Michael Cera interpretando supuestamente a una amalgama entre Ben Affleck, Tobey Maguire y Leonardo DiCaprio). Pero Molly es una mujer que no se va a sentar a llorar y a quejarse de su mala suerte. Ella representa a una capitalista que se mueve en la delgada línea que divide la corrupción de la legalidad, que pese a todo mantiene una ética firme y que junto con un escuadrón de ex-conejitas de Playboy, utiliza el poder femenino (y no el sexo), para lograr el éxito que tanto desea.
Este personaje posee sus cualidades como también su lado oscuro. Y es en sus enfrentamientos con su segunda figura paternal, el abogado Charlie Jaffey (un sólido Idris Elba), donde salen a la luz los aspectos frágiles y humanos de Molly.
Molly’s Game es una película que asume a sus espectadores como unos adultos sagaces que no tendrán ningún reparo en reconocer su falta de conocimiento sobre algunos temas. Esto es algo supremamente refrescante, en una época en la que todo se nos entrega masticado y digerido, como si fuéramos incapaces de pensar por sí mismos. La cinta de Sorkin pone a funcionar nuestro cerebro, está llena de energía, visualmente es espectacular, Chastain luce más sexy que nunca, la edición es tremendamente efectiva, todos los actores están soberbios y esto nos lleva a una conclusión inevitable: Sorkin ha confeccionado un magnífico debut como director.
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