Director: Victor Fleming, George Cukor, Mervyn LeRoy, Norman Taurog, Richard Thorpe, King Vidor
Judy Garland, Frank Morgan, Ray Bolger, Bert Lahr, Jack Haley, Margaret Hamilton
El mago de Oz es una de las películas más populares y más queridas en la historia del cine (es la película más vista en la historia de la televisión) y todo un auténtico clásico cinematográfico (una hermosa cinta llena de color y fantasía maravillosamente dirigida y actuada).
Este ejemplo de la majestuosidad de la Era Dorada de Hollywood, fue dirigido en su mayoría por Victor Fleming (quien estrenaría ese mismo año Lo que el viento se llevó), aunque otros cinco directores participaron en la cinta sin créditos.
El primero fue Richard Thorpe, autor veterano de películas clase «B», quien se graduó a producciones de alto presupuesto con Huckleberry Finn (1939) y luego con los clásicos del cine histórico de aventuras Ivanhoe (1952) y El prisionero de Zenda (1952), pero quien con El mago de Oz sería despedido doce días después del inicio de producción. El segundo fue el legendario George Cukor (Historias de Filadelfia), quien estaría encargado por tan solo tres días, antes de darle las riendas a Fleming, quien trabajaría por cuatro meses antes de abandonar el proyecto para reemplazar a Cukor de nuevo en Lo que el viento se llevó (se dice que Fleming no quería dirigir El mago de Oz y que tan solo lo hizo para complacer a su hija, quien amaba los libros en los que se basa la película). Los otros directores fueron King Vidor (The Crowd), amigo de Fleming, quien dirigió las escenas en blanco y negro del prólogo de Dorothy en Kansas; Mervyn Le Roy (Quo Vadis) y Norman Taurog (Tom Sawyer, Boys Town).
Lo que en la mayoría de los casos se pudo haber convertido en un tremendo desastre (muchas manos dañan el pastel), se convirtió en una cinta melancólica, aterradora, hermosa y ensoñadora, mucho más popular en la actualidad que su misma fuente original: la fantástica novela de L. Frank Baum acerca de las aventuras de una niña llamada Dorothy (una adorable Judy Garland), quien gracias a un tornado que azota a Kansas, llega a la tierra de Oz, un lugar poblado de brujas buenas (Billie Burke), brujas malas (una estupenda Margaret Hamilton), un espantapájaros sin cerebro (Ray Bolger), un hombre de lata sin corazón (Jack Haley), un león cobarde (Bert Lahr) y muchos Munchkins (interpretados por «Los enanos cantantes»).
El mago de Oz fue un tremendo éxito comercial y crítico, que junto con la cinta animada Snow White And The Seven Dwarfs de 1937, comprobó que existía todo un mundo por explorar en lo que respecta al cine dirigido al público infantil. Al igual que la cinta de Disney, El mago de Oz es toda una explosión de música (la canción Over The Rainbow es todo un clásico de la música popular), color y uno de los primeros musicales «integrados» (donde los números musicales ayudan a la progresión de la historia y no la interrumpen). Al parecer, esta cinta es y seguirá siendo, una obra maestra que se niega a morir.
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