El popular juego de «la verdad o se atreve» se convierte en una película de terror para adolescentes.
Dirección: Jeff Wadlow
Lucy Hale, Tyler Posey, Violett Beane, Sophia Taylor Ali
Jeff Wadlow, el director que ha demostrado no poseer un estilo propio en cintas como Cry-Wolf y la segunda parte de Kick-Ass, regresa al género del terror con una cinta dirigida a un público adolescente y titulada Truth or Dare.
La historia es la siguiente: un grupo de adolescentes viajan a México en plan de diversión. El grupo está conformado por Olivia, la chica buena (Lucy Hale); Markie, la chica loca y la mejor amiga de Olivia (Violett Beane); Lucas, el chico bueno y novio de Markie (Tyler Posey); Brad Chang, la cuota gay e interracial (Hayden Szeto); la pareja conformada por la toma trago Penelope (Sophia Taylor Ali) y por el cínico Tyson (Nolan Gerard Funk); y junto a ellos, el odioso y lujurioso Ronnie (Sam Lerner).
En una fiesta, Olivia conoce a un misterioso joven llamado Carter (Landon Liboiron) quien invita al grupo a visitar unas ruinas para jugar a «verdad o reto». Sobra decir que los jóvenes se darán cuenta de que han sido víctimas de un juego sobrenatural que tendrá consecuencias trágicas y mortales.
A los adolescentes estereotipados de Truth or Dare los hemos visto en infinidad de cintas Slasher. La historia de corte moralista reproduce la idea de castigar a aquellos que mienten, que son hipócritas, que son egoístas, que desean a la mujer del prójimo, que no pertenecen al grupo étnico caucásico o cuya orientación sexual no es hetero (algo que ya hemos visto en 8 partes de Saw y en 5 partes de Final Destination). Y los jóvenes en cuestión son tan odiosos que, cuando les pasa algo malo, el espectador termina riendo y no llega nunca a preocuparse por ellos. Truth or Dare no está clasificada para adultos y, por esta razón, la violencia y el horror se reducen al mínimo para atraer a una audiencia más joven, lo cual le resta el poco atractivo que queda.
El único mérito redimible de Truth or Dare, está en la forma en la que los jóvenes se encuentran poseídos por una entidad pagana responsable del juego mortal, lo que incluye una sonrisa perversa y realmente macabra, que de hecho, está copiada de los videoclips de Aphex Twin dirigidos por Chris Cunningham.
Con semejante falta de originalidad, solo queda esperar próximas películas de terror adolescente con títulos como «La botellita», «Tingo Tingo Tango», «10 Minutos en el clóset» o «Soldado libertado», además de la inminente secuela de Truth or Dare.