Estancia (2025)
Estancia transforma la observación de la vejez en una meditación sobre la exclusión, la identidad y el derecho a ser recordado.
crítica
Matrioshka (2025)
Matrioshka es todo un linaje cinematográfico de mujeres y emociones.
Tendaberry (2025)
Haley Elizabeth Anderson debuta con una obra íntima, sensorial y profundamente existencialista que inscribe su nombre junto a los de Wong Kar Wai, Terrence Malick y Andrea Arnold, al convertir la experiencia del cine en un archivo emocional del presente.
Karate Kid Legends (Karate Kid Leyendas) (2025)
Karate Kid Legends es una secuela irregular pero emotiva, en la que el corazón de la historia permanece intacto pese a su desorden formal y su sobrecarga narrativa.
Astronauta (2025)
Con un reparto potente y una premisa íntima, Astronauta fracasa al convertir la introspección en inercia narrativa.
Another Simple Favor (Otro pequeño favor) (2025)
Si Hitchcock hubiera conocido a TikTok, probablemente habría filmado algo parecido a Otro pequeño favor, una comedia de crimen con alma de thriller, corazón negro y la elegancia venenosa de Blake Lively.
Alma del desierto (2025)
Entre los ecos de un western crepuscular y el tránsito íntimo de una road movie, se construye una obra poderosa y serena sobre el derecho a nombrarse, incluso al final del camino.
Diamant Brut (Wild Diamond) (Diamante Salvaje) (2025)
La ópera prima de Agathe Riedinger indaga en la violencia simbólica de la cultura digital a través del retrato de una joven que anhela existir más allá de su precariedad.
The Accountant 2 (El contador 2) (2025)
El contador 2 es una secuela ruidosa que ofrece más acción y giros absurdos y que se pierde en una trama excesivamente compleja y carece de la profundidad emocional que su premisa sugería.
Mazel Tov (2025)
Mazel Tov conjuga el caos familiar y la identidad cultural en una obra introspectiva que se aleja del Adrián Suar más comercial para ofrecer una mirada reflexiva y melancólica.